Actualizado 12/12/2014 10:43

¿En qué consiste el proyecto del Canal Interoceánico de Nicaragua?

Canal de Nicaragua
Foto: REUTERS

    MADRID, 7 Jul. (Notimérica/EP) -

     El Canal de Nicaragua, también conocido como el Gran Canal Interoceánico, es una propuesta de construcción de una vía fluvial que conectará el mar Caribe y el océano Atlántico con el océano Pacífico a través de Nicaragua. Será una competencia directa del centenario Canal de Panamá, actualmente en proceso de ampliación.

   El canal irá por río hasta llegar al Lago Cocibolca (en Nicaragua) y atravesará el istmo de Rivas para llegar al Pacífico.

     La idea de la construcción de este canal viene de la época colonial, donde se quería aprovechar el curso del Río San Juan de Nicaragua, que desemboca en el Caribe. A principios del siglo XIX, Napoleón III redactó un artículo sobre el interés de este proyecto, y más tarde, Estados Unidos propuso varias rutas para construir un proyecto parecido al actual, aunque tuvo que abandonar los planes cuando los franceses compraron los derechos y las obras del Canal de Panamá.

   El Gobierno nicaragüense propuso en 2004 construir un canal que permitiría a barcos de mayor calado que los del canal de Panamá hacer su recorrido a través de Nicaragua. No obstante, no pudieron seguir adelante con la iniciativa ya que el presupuesto era de 25 mil millones de dólares, unas 25 veces el presupuesto anual del país.

    La consolidación del proyecto no tuvo lugar hasta julio de 2012, cuando la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una ley que permite la construcción del canal interoceánico, una obra de 40.000 millones de dólares que durará, según se calcula, 10 años. Fue en junio de 2013 cuando el país centroamericano otorgó a China la concesión del proyecto.

BENEFICIOS DEL CANAL

   El nuevo canal incrementará el tránsito de barcos de carga más grandes y con mayor calado. Además, esto supondrá aumentar las competencias de Nicaragua ya que se promoverá el comercio entre los países latinoamericanos y Europa y entre China y América, consiguiendo un mayor tráfico de carga en menos tiempo de entrega.

   Asimismo, según datos del Gobierno, se estima que se crearán más de 1.300.000 empleos durante los próximos cuatro años y se espera que la pobreza general caiga a 31,35 por ciento en 2018, frente al 42,5 por ciento actual. El PIB podría alcanzar, además, los 24.797 millones de dólares en 2018, cantidad que se reduciría a 14.947 millones de dólares sin la construcción del canal.

   El proyecto incluye la edificación de dos aeropuertos, un oleoducto, un canal seco mediante el ferrocarril, zonas francas y de recreación, además de la infraestructura requerida para la unión y labor de estos espacios.

   Tras ganar la concesión, será el empresario chino Wang Jing, presidente del Grupo HKND, quien esté al frente de la construcción y la gestión del proyecto durante 100 años, una obra que podría elevarse a los 50.000 millones de dólares debido a costes ambientales.

   El interés de China por sustentar y participar en esta iniciativa es económico pero también político, ya que el país ve un interés estratégico en tener un segundo canal para contar con más opciones de transporte de sus materias primas.

   Se calcula que la construcción que se iniciará este mes de diciembre, pueda terminarse antes de 2030, y representantes de diversos sectores ya están a la espera de los anuncios oficiales para ponerse a disposición del sector privado, de la empresa HKND y del Gobierno Sandinista ya que con este megaproyecto se van a necesitar más viviendas, carreteras, negocios, hospitales y profesionales.

   A partir de ahora, el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua pasará a ser competencia directa del canal centenario de Panamá, un canal artificial en el territorio de este país que se abrió 1914 y perteneció a Estados Unidos hasta que pasó a manos de Panamá oficiamente en 1999.