NUEVA YORK, (Reuters/EP)
General Motors ha anunciado este martes en un comunicado el cese de sus operaciones en Venezuela desde el 1 de mayo de 2017, precisando que espera que su salida del país le suponga pérdidas de 100 millones de dólares.
La decisión de la automotriz estadounidense se produce dos semanas después de que una de sus plantas en Valencia le fuera confiscada ilegalmente por las autoridades. Según la prensa local, la confiscación es resultado de una disputa civil con un concesionario venezolano que se remonta al año 2000.
"Si bien la empresa ha cesado operaciones, los ejecutivos de GM han manifestado la voluntad de conversar con representantes del Gobierno y con líderes sindicales sobre las circunstancias bajo las cuales sería posible iniciar producción y emplear a un número de empleados con un modelo de negocios nuevo y viable", ha precisado la empresa en el comunicado.
Asimismo, ha dicho que la semana pasada presentó un recurso de apelación ante el máximo tribunal venezolano que, de tener éxito, desestimaría la querella que llevó a la incautación de la planta.