Por Anthony Boadle
BRASILIA, 11 mar, 11 Mar. (Reuters/EP) -
- La presidenta Dilma Rousseff ya no podrá contar más con un aliado clave en su coalición de gobierno, lo que complicará sus esfuerzos para evitar el que podría ser el periodo más escabroso de la economía brasileña en 25 años.
Líderes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mayor dentro de la coalición de Rousseff, culpan a la mandataria por su inclusión en una investigación de dirigentes políticos supuestamente involucrados en un enorme esquema de corrupción en la compañía estatal Petrobras.
Legisladores del PMDB dijeron a Reuters que esperan que la disputa se vuelva más sucia en las próximas semanas, lo que haría menos probable que apoyen los esfuerzos de Rousseff para recortar el déficit presupuestario de Brasil y restaurar la confianza de los inversores en una economía con problemas.
"Su aprobación será dura. Son medidas muy polémicas que afectan los derechos de los trabajadores", dijo Leonardo Picciani, líder del PMDB en la Cámara de Diputados, sobre las dos iniciativas que le ahorrarían al Gobierno unos 18.000 millones de reales (5.740 millones de dólares) al año al restringir el acceso a pensiones y beneficios por desempleo.
"El Gobierno tendrá que convencernos de que son realmente necesarias", dijo Picciani a Reuters.
Si bien pocos esperan que el PMDB rompa formalmente con el izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff en los próximos meses, la abierta resistencia a sus propuestas legislativas se suma a la larga lista de problemas políticos y económicos que enfrenta la mandataria.
La economía se contraería al menos un 0,6 por ciento este año, la inflación ya supera el 7 por ciento, una extendida sequía ha elevado la posibilidad de un racionamiento del agua y la energía, y crece la indignación pública por el escándalo de corrupción en Petroleo Brasileiro SA, la petrolera que administra el Estado y se conoce como Petrobras.
El PMDB, que tiene sus orígenes en el regreso de la democracia en Brasil en la década de 1980 pero no una ideología clara, tiene más escaños en el Congreso que cualquier otro partido, incluido una cuarta parte del Senado.
El vicepresidente de Rousseff, Michel Temer, también es miembro del PMDB.
La reputación del partido de aliarse con el Gobierno de turno para obtener poder y beneficios está tan asumida que una revista satírica bromeó durante la reñida campaña electoral del año pasado que el PMDB apoyaría tanto a Rousseff como a Aécio Neves, el candidato opositor con el que disputó el balotaje.
La causa de la molestia del partido con Rousseff es discutida.
Funcionarios del Gobierno han negado haber presionado al fiscal para incluir a líderes del PMDB en una lista de 47 políticos bajo investigación por el escándalo de Petrobras.
Sin embargo, desde que la lista fue divulgada la semana pasada, los líderes del PMDB han expresado su molestia con Rousseff y efectivamente bloquearon un aumento del impuesto a las remuneraciones que era clave en sus planes de austeridad.
Los políticos investigados podrían enfrentar cargos y un juicio en los próximos meses y años, algo que posiblemente desate más conflictos.
"No veo un fin para esta crisis. No es una crisis cualquiera. El caso Petrobras se ha convertido en el mayor escándalo de la historia brasileña", dijo el senador del PMDB Ricardo Ferraço a Reuters.
(1 dólar = 3,1336 reales)