WASHINGTON, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Administración Federal de Aviación Civil de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) emitirá este martes una directiva que obligará a todas las aerolíneas que operan con aviones del modelo 737 de Boeing a realizar de manera urgente inspecciones electromagnéticas para verificar daños por fatiga.
La directiva de aeronavegabilidad de la FAA requerirá inspecciones iniciales en áreas específicas del fuselaje en determinados aviones del modelo 737 y sus series --737-300, 737-400 y 737-500--, que hayan acumulado más de 30.000 ciclos de vuelo, además de la repetición de estas inspecciones en intervalos regulares.
La norma se aplicará inicialmente a un total de 175 aviones en todo el mundo, de los cuales 80 aeronaves están registradas en EE.UU. La mayoría de los aparatos de este modelo que están en servicio en el país son operados por Southwest Airlines.
Southwest Airlines ha cancelado 670 vuelos desde el sábado por las inspecciones que está realizando a 79 aviones Boeing de su flota, en colaboración con el fabricante, a raíz del aterrizaje de emergencia en Arizona el pasado viernes de uno de sus aviones por un desgarro en el fuselaje. De los 57 aviones revisados, ha detectado grietas en tres aeronaves.
El Consejo de Seguridad de Transporte estadounidense (NTSB, por sus siglas en inglés) está investigando el incidente.
"La seguridad es nuestra prioridad número uno", ha afirmado el secretario de Transporte, Ray LaHood, en un comunicado. "El incidente del viernes pasado fue muy grave y podría resultar en una acción adicional en función del resultado de la investigación", ha añadido.
La FAA cuenta con programas para proteger a los aviones comerciales de los daños estructurales a medida que envejecen, dijo el administrador de la FAA. "Esta acción está diseñada para detectar grietas en una parte específica de la aeronave que no pueden ser vistos con la inspección visual", ha explicado.
En noviembre pasado, la FAA publicó una norma dirigida específicamente a hacer frente a los daños por fatiga generalizada en la antigüedad de los aparatos. La directiva exige a los fabricantes de aeronaves establecer una serie de ciclos de vuelo (las horas un avión que puede operar) e incorporar los límites establecidos en sus programas de mantenimiento.