RÍO DE JANEIRO, 26 Sep. (Reuters/EP) -
La candidata presidencial brasileña Marina Silva se ha comprometido este jueves a despolitizar a las agencias reguladoras, que --según denuncia-- hacen más para ganar el favor de los aliados del Gobierno que para asegurar mercados justos y eficientes en la mayor economía de América Latina.
Silva, quien marcha casi empatada con la actual presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, en los sondeos previos a las elecciones del próximo mes, ha acusado al oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de debilitar la regulación al sumar a sus miembros y aliados en los organismos supervisores en sus 12 años en el poder.
"Las agencias han sido superadas por una lógica política", ha explicado a la agencia Reuters en una entrevista en Río de Janeiro, agregando que una interferencia similar está debilitando a compañías estatales como Petrobras, la firma petrolera actualmente envuelta en un escándalo de sobornos.
Si es elegida, añade Silva, dará prioridad a "criterios éticos y técnicos" entre los reguladores y utilizará un comité no partidista para seleccionarlos.
Silva, de 56 años, una ex recolectora de caucho cuyo activismo como militante ambientalista la catapultó al Senado brasileño y a una carrera de cinco años como ministra de Medio Ambiente, ha cambiado drásticamente la campaña electoral para la primera vuelta del 5 de octubre.
Silva, que se podría convertir en la primera presidenta negra de Brasil, ha emergido hasta transformarse en la favorita y se espera que dispute una segunda vuelta electoral contra Rousseff el 26 de octubre.
Hasta ahora, la candidata opositora ha cosechado intenciones de voto con sus promesas de mantener populares programas sociales, presionar por un desarrollo más sostenible y retomar las políticas amistosas con los mercados que pavimentaron el camino para un auge económico de casi una década, que se apagó finalmente en el año 2011.