BUENOS AIRES,1 (Reuters/EP)
El Gobierno argentino depositó el martes 161 millones de dólares en una entidad local para el vencimiento de intereses de un bono global, aunque los fondos no llegarán a los acreedores en el exterior debido a un bloqueo de una corte estadounidense.
El Gobierno hizo el depósito un día después de que el juezde distrito en Manhattan Thomas Griesa declarara a Argentina en desacato por negarse a
compensar con 1.330 millones de dólares más intereses a los fondos de cobertura que obtuvieron un fallo para recuperar el valor de bonos en default desde 2002.
Buenos Aires dijo que la decisión de Griesa viola el derecho internacional y no tendrá ningún efecto práctico.
"Creo que nunca se ha llegado tan lejos en el disparate, y siguen agregándose disparates", dijo la presidenta Cristina Fernández en un acto en relación al desacato dictado por el magistrado estadounidense.
"No me sorprendió la medida de Griesa y tampoco me sorprendería que dicte sanciones. A lo mejor me van a mandar presa la próxima vez que vaya a Nueva York (...) voy a ir igual, les aclaro", afirmó.
El juez, que bloqueó los pagos de deuda argentina en el extranjero hasta que se compense a los fondos de cobertura a los que el país califica de "buitres", dijo que próximamente anunciará la penalidad que le aplicará a la nación sudamericana.
"Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas y (...) preservar su derecho a cobrar las sumas que les corresponden bajo los Títulos de Deuda, el cual se encuentra indebidamente obstaculizado por el incumplimiento de The Bank of New York Mellon", dijo el Ministerio de Economía en un comunicado.
El Gobierno depositó en las cuentas que tiene el nuevo agente de pagos de bonos globales del país, el estatal Nación Fideicomisos, en el Banco Central.
LIMBO LEGAL
Después de que el Bank of New York Mellon (BNY Mellon) acató la orden de Griesa de bloquear los desembolsos, el Congreso argentino aprobó hace tres semanas una ley para reemplazar a la entidad estadounidense como encargada de procesar los pagos de deuda argentina.
La norma, que busca sortear la orden del juez al transferir el domicilio de pago de los títulos a la capital argentina, tiene pocas probabilidades de éxito porque otros intermediarios clave en el proceso de pago de los bonos emitidos bajo leyes extranjeras no parecen dispuestos a violar la orden de Griesa ni a compartir información sobre quiénes son los tenedores.
Euroclear, una de las casas de clearing a cargo de distribuir los fondos argentinos, no hizo el martes comentarios al respecto.
En tanto, Clearstream, otra de las entidades, dijo que siempre respeta las disposiciones judiciales, dando a entender que no colaborará con Argentina.
"Clearstream está siguiendo la situación de cerca y siempre cumple con las órdenes de la corte sobre este asunto", dijo un portavoz.
Ahora los fondos depositados para el pago de los intereses semestrales del título Par que vencían este martes quedarán en un limbo legal, como sucedió a fines de julio con los 539 millones de dólares que Argentina puso en las cuentas del BNY Mellon en el Banco Central para honrar sus títulos Discount.
"Hasta ahora son muy pocos los acreedores identificados para depositarles la renta (del bono Par), por eso gran parte de los fondos quedarán en la cuenta de Nación Fideicomisos", dijo un operador del estatal Banco Nación, que controla el fideicomiso.
La jugada le permitirá al país mantener su argumento de que no está en default ya que depositó los fondos en tiempo y forma. Pero, dado que el dinero nunca llegó a mano de los acreedores, la comunidad financiera internacional considera que la tercera economía latinoamericana cayó en su segunda cesación de pagos en poco más de 12 años.
Argentina tiene ahora 30 días de gracia para completar el proceso de pago del Par. Si no lo logra en ese plazo entrará en un default técnico de esa serie de bonos.
La crisis de la deuda llega en un mal momento. El país sufre de una economía estancada, una elevada tasa de inflación que este año puede llegar al 40 por ciento según analistas, un enfriamiento en el consumo doméstico y una caída en las exportaciones que convirtió al dólar en un bien escaso y golpeó las reservas del Banco Central.
REESTRUCTURACIÓN
Luego de su default de la década pasada, Argentina realizó dos reestructuraciones por las cuales canjeó la mayor parte de su deuda a cambio de fuertes quitas. Una minoría de acreedores no aceptó la oferta y litigó en cortes internacionales para recuperar el valor total de los bonos.
"El depósito a Nación Fideicomisos tiene desde el punto de vista jurídico una muestra de vocación de pago y la apariencia de haber realizado un pago. Se trata de un desembolso para que nadie pueda achacar que no se quiso abonar", dijo Roberto Drimer, economista de la consultora VaTnet.
El Gobierno argentino ha dicho que no puede cumplir con la orden de Griesa de pagar a sus acreedores "holdout" porque recibiría demandas de tenedores de títulos reestructurados que podrían ascender hasta 200.000 millones de dólares.
El capital de la deuda reestructurada argentina, que incluye bonos emitidos bajo ley argentina y de otros países, ronda los 30.000 millones de dólares.
El Ministerio de Economía estimó en unos 15.000 millones de dólares la deuda en manos de acreedores "holdout", una cifra que representa más de la mitad de las menguantes reservas del Banco Central argentino.
A pesar del default, los precios de los títulos de la deuda argentina se han mantenido firmes.