RÍO DE JANEIRO, 11 Feb. (Notimérica) -
Río de Janeiro incumplirá otra de las promesas que hizo cuando se adjudicó los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2016, la descontaminación de las lagunas de agua dulce que rodean al parque olímpico que se está construyendo en Barra de Tijuca.
Si hace unas semanas el secretario estatal de Medio Ambiente, André Corrêa, descartó que se pudiera limpiar a tiempo la bahía de Guanabara -donde se disputarán las pruebas de vela- este martes admitió que las lagunas de Jacarepaguá y Tijuca tampoco tendrán el agua limpia cuando empiecen las competiciones deportivas.
"Está claro que el proceso no será concluido", aseguró Corrêa en declaraciones a UOL Esporte.
El máximo responsable político del legado medioambiental de Río 2016 aseguró que con las dificultades que se han ido sucediendo en todo el proceso lo más probable es que las obras para poder limpiar las lagunas empiecen en dos meses, pero ya es tarde para llegar a tiempo para las Olimpiadas, que arrancan en año y medio.
El Comité Olímpico Internacional (COI) escogió a Río como sede de la Olimpiada de 2016 en octubre de 2009, pero los trabajos preliminares para limpiar las lagunas no empezaron hasta 2013, cuando el Gobierno del Estado lanzó la licitación de las obras, que ganó un consorcio formado por las empresas Querioz Galvão, OAS y Andrade Gutierrez.
Pero poco después hubo denuncias de que las empresas habían formado un cártel corrupto y el Gobierno canceló el proyecto, empezando una batalla legal con la Justicia para poder realizar otro concurso.
El tiempo fue pasando y al no encontrar alternativa el Gobierno decidió confiar las obras a las mismas empresas, a pesar de las sospechas de corrupción.
Cuando parecía que finalmente iban a empezar las obras el Ministerio Público las ha paralizado de nuevo alegando que faltan los informes de declaración de impacto ambiental, lo que retrasa aún más el inicio de las obras de drenaje de las lagunas.
El sistema lagunar de Jacarepaguá y Tijuca forma un sensible ecosistema donde es frecuente encontrar numerosas aves acuáticas y caimanes, que sobreviven a unos niveles de polución altísimos, pues la mayoría de barrios que se asientan en sus alrededores no cuentan con red de alcantarillado ni depuradoras y lanzan los desechos directamente al agua.