RÍO DE JANEIRO, 10 Jun. (NOTIMÉRICA/EP) -
Río de Janeiro espera recibir a más de 400.000 turistas extranjeros y 450.000 locales durante el mes del Mundial de Fútbol, unas cifras notablemente más abultadas que en el resto de las ciudades sede debido a que para muchos la 'ciudad maravillosa' será puerta de entrada y salida del país.
Se espera que la ocupación hotelera llegue al 98% y que los turistas dejen en la ciudad 1 billón de reales (448 millones de dólares), según han explicado portavoces del Ayuntamiento de Rio este martes en rueda de prensa.
Para ponerse a punto para la llegada de los visitantes se ha reforzado toda la infraestructura turística: a los 14 puntos de información fijos se unirán otros 17 distribuidos en playas, sitios turísticos, estaciones de metro y aeropuerto. Habrá 150 agentes de movilidad bilingües y 1.500 voluntarios.
"El clima ha tardado un poco en llegar, pero ya está empezando a contagiar la ciudad", ha dicho el secretario municipal de Turismo, Antonio Pedro Figueira de Mello, que también ha recordado que ya se han imprimido dos millones de mapas turísticos y que los taxistas cuentan con 40.000 folletos para facilitar la comunicación con el turista.
Si hay un lugar ineludible para cualquier turista durante el Mundial es el estadio de Maracaná, que concentra todos los esfuerzos de los responsables de movilidad del Ayuntamiento para que llegar a los siete partidos que se disputarán allí, incluida la final del 13 de julio, no sea un problema.
Para reducir el tráfico en las calles y facilitar los desplazamientos el Ayuntamiento ya decretó festivo el 4 de julio, y los días 18 y 15 de junio sólo se trabajará hasta el mediodía. Pero los que más notarán el dispositivo especial son los vecinos del estadio, que deberán acreditar la posesión de un permiso especial para llegar a sus casas en coche.
Además, los días de partido el tráfico estará cerrado a cuatro kilómetros a la redonda y un total de 60 líneas de autobús serán desviadas. Nadie podrá entrar en vehículo privado dentro de ese radio, ni siquiera en furgonetas especiales ni minibuses fletados para la ocasión.
"Seremos muy estrictos con eso. Esos vehículos serán bloqueados. No queremos ver a gente parada teniendo que caminar, es importante que se sepa que no podrán llegar al estadio en coche", ha recalcado el secretario municipal de Transportes, Alexandre Sansão, que ha hecho un llamamiento a usar el transporte público.
El Ayuntamiento estima que el metro será el medio que usarán el 80% de aficionados, al haber tres paradas en los alrededores del estadio: São Francisco Xavier, São Cristovão y Maracaná. La intención es que cada persona escoja una parada en función a la situación de su asiento en el estadio, para evitar el colapso de las entradas.
Los bares y restaurantes de los alrededores de Maracaná situados en un radio de un kilómetro no podrán vender alcohol dos horas antes y dos horas después de los partidos, aunque los responsables municipales han dicho que no se multará a los aficionados que lleguen a pie con una bebida en la mano, si no que se les invitará a depositarla en la basura.
Aparte de Maracaná el otro polo atracción de Rio de Janeiro durante el Mundial será el FIFA Fan Fest, un recinto instalado en la arena de la playa de Copacabana donde se podrán ver los partidos a través de una pantalla gigante y donde también habrá actuaciones musicales, una tienda de recuerdos, locales de restauración y otras atracciones.
Con capacidad para 20.000 personas, será de acceso gratuito y funcionará durante todo el día. Aunque no se esperan problemas con la llegada de aficionados, que se prevé que sea paulatina, los responsables de la movilidad prevén cortar los dos sentidos de la Avenida Atlántica al acabar los partidos, por lo que tampoco se recomienda usar el coche en Copacabana.