MADRID, 25 Jun. (Notimérica/EP) -
No solo Suárez destaca por morder a sus rivales en una competencia deportiva. El caso más sonado fue cuando Mike Tyson le arrancó parte de la oreja a su oponente en pleno combate en el ring. Jugadores de rugby, hockey, basketbolistas, boxeadores y futbolistas no solo emplean sus destrezas deportivas, sino también otros recursos para superar al rival, aunque no sean nada éticos, ni saludables.
El ex campeón de pesos pesados de boxeo Mike Tyson arrancó parte de la oreja a Evander Holyfield en 1997, en el tercer round, cuando tuvo su revancha después de perder el título semanas antes. El jugador de rugby australiano, Anthony Watts, también sorprendió a los aficionados del deporte en 2013, cuando el mordió el pene a un rival en plena disputa del balón en un partido de la liga Queensland y fue suspendido.
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El luchador cubano de judo Oreydi Despaigne fue descalificado por morder al uzbeco Ramziddin Sayidov en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. Los mordiscos son un recurso empleado hasta en deportes menos agresivos, por ejemplo, el ex basquetbolista de Atlanta Hawks Tree Rollins le mordió el dedo al defensa Danny Ainge, de los Boston Celtics, durante las clasificatorias de la NBA en 1983. Luego, la víctima fue vacunada contra el tétanos y tuvieron que cocerle las heridas.
El jugador finlandés Jarkko Ruutu también le mordió el dedo pulgar a Andrew Peters en la Liga Nacional de Hockey de los Estados Unidos y la falta le costo 38.000 dólares. Al parecer, los dedos son las partes del cuerpo más expuestos a las mordidas, tal es el caso del jugador de hockey de los Canucks de Vancouver, Alex Burrows, que mordió los dedos de la mano de Patrice Bergeron, de los Bruins de Boston, en la final de la Stanley Cup de 2001.