RECIFE, Brasil, 25 Jun. (Reuters/EP) -
El atacante Luis Suárez puede aprender a dejar de morder a sus rivales, pero no será un proceso fácil, dijeron psicólogos luego de que uruguayo mordiera en el hombro al defensor italiano Giorgio Chiellini durante su encuentro por el Grupo D del Mundial.
Suárez, dos veces sancionado previamente por morder, es investigado por la FIFA por el incidente y podría ser sancionado con un período largo de suspensión.
"Por lo que vi en el video, Suárez desquitó su frustración y su enojo en Chiellini porque le bloqueó el acceso a la pelota mordiéndolo de forma reactiva e impulsiva", dijo Eva Kimonis, profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia.
"Es probable que no haya pensado en la gravedad de las consecuencias de sus actos, dada su historia violenta en el deporte, hasta que ya fue demasiado tarde", agregó.
Kimonis dijo que, aunque es una conducta normal en la infancia temprana, morder en la adultez es algo poco usual y podría ser una manifestación de un patrón amplio y de largo plazo de mal comportamiento, que implica otras formas de agresión, como golpes o gritos.
El controvertido Suárez fue sancionado el año pasado en la Liga Premier de Inglaterra con 10 partidos por morder en el brazo al defensa del Chelsea Branislav Ivanovic. En el 2010, cuando jugaba para el Ajax holandés, había sido suspendido por siete encuentros por morder a Otman Bakkal, del PSV Eindhoven.
"Para personas con agresión crónica, las terapias conductuales cognitivas pueden ser efectivas para ayudar a la persona a identificar mejor los momentos en los que están en un estado de ira o frustración", agregó Kimonis.
Para la doctora Corinne Reid, de la Escuela de Psicología y Ciencia del Ejercicio en la Universidad de Murdoch, en Australia, podría haber una dimensión más amplia en las acciones del deportista que necesitaría ser examinada.
"Sería importante revisar si él cree que su comportamiento se justifica o si es aceptable", dijo Reid.
"Si así es, y si esa opinión tiene respaldo, pasivo o activo, por parte de sus compañeros de equipo o los entrenadores, entonces un cambio es poco probable", agregó Reid.
Tanto el capitán uruguayo Diego Lugano como el entrenador de la selección "charrúa", Oscar Tabárez, respaldaron al delantero.
"Me parece que hay una animosidad evidente contra este futbolista", dijo Tabárez en la conferencia de prensa tras el partido y agregó que al jugador se lo está persiguiendo por hechos anteriores.
Consultado por periodistas uruguayos, Suárez, de 27 años, admitió que hubo contacto con el italiano, pero le restó importancia al asunto.
"Son cosas que pasan en el área", declaró.
Reid dijo que Suárez podía modificar su forma de reaccionar pero que no sería fácil.
"No es rápido. Cambiar los hábitos de toda una vida toma compromiso, esfuerzo y persistencia, pero el impacto puede ser poderoso", señaló.