MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Jorge Lorenzo (Yamaha) se ha proclamado este domingo campeón del mundo de la categoría de MotoGP después de conquistar el Gran Premio de la Comunitat Valenciana y dejar sin la gloria a su compañero de equipo, el italiano Valentino Rossi, que también cumplió su parte del trabajo, aunque la suerte finalmente no le sonrió.
El español y el italiano hicieron lo que tenían que hacer. El primero tenía claro que ganar en Cheste le aseguraba casi al 90 por ciento ser campeón del mundo y culminar una remontada espectacular que inició precisamente en la primera cita española, en Jerez de la Frontera. Siempre fue en el campeonato a remolque de su compañero de equipo, que desplegó todo su talento para ser cuarto, lo máximo a lo que aspiraba saliendo último, pero nunca se rindió y finalmente enjugó los siete puntos de desventaja para imponerse por un escaso margen de cinco.
Lorenzo mantuvo el temple para salir airoso de la cita final. Las dos Repsol Honda de Marc Márquez y Dani Pedrosa, segundo y tercero, no se lo pusieron fácil, sobre todo en un trepidante final de carrera en el que ambas se pegaron a la estela del mallorquín, en el único momento de todo el Gran Premio donde Rossi tuvo esperanzas de que polémica acción de Sepang no le costase su décimo título. Pero el ya pentacampeón del mundo se llevó su séptima victoria de la temporada, el que más, para dejar a 'Il Dottore' sin una corona que también mereció por todo su Mundial.
La salida cumplió el guión esperado. Lorenzo aprovechó su posición en la 'pole' y la defendió con firmeza por delante de las dos Honda de Márquez y Pedrosa, mientras que Rossi salió agresivo y evitó percances para ir superando pilotos. Tras la primera vuelta, el balear mandaba con el italiano decimoquinto y ya con menos tráfico para adelantar, aunque la cabeza ya estaba lo suficientemente lejos.
El balear no tardó en sacar su martillo pilón para marcar tiempo vuelta a vuelta, pero no logró despegarse de sus dos rivales, dispuestos a esperar su momento para intentar pasar a la 'M1'. Sin sorpresas, 'Il Dottore' trataba de acercarse al segundo grupo, favorecido, además de por su pliotaje, con alguna caída de pilotos de delante como Andrea Iannone (Ducati), que podría haber sido uno de los más duros de adelantar, aunque su compatriota parecía, por sus declaraciones, que no habría puesto excesiva resistencia.
El duelo por delante parecía quedar en manos de Lorenzo y Márquez, con Pedrosa perdiendo poco a poco fuelle, lo que aumentaba las posibilidades del mallorquín, obligado a quedar entre los dos primeros para no depender prácticamente de nadie, ya que el de Urbino necesitaría ser tercero, un puesto que se antojaba, salvo milagrosa remontada y suerte, muy complicado.
El nueve veces campeón del mundo, rodando en 1:32 por los 1:31 de su compañero de equipo, se afanaba en seguir superando a rivales y alcanzaba el último grupo de rivales que debía de superar para añadir más presión a un Lorenzo que, por fin, comenzaba a abrir hueco respecto a Márquez, aunque no lo suficiente. Rossi se deshizo de los hermanos Espargaró con trabajo y le quedaba delante Andrea Dovizioso (Ducati).
'Il Dottore' pudo también con el piloto italiano y cumplió con su trabajo. Era cuarto a falta de 17 vueltas, casi lo máximo exigido por su situación de salida, y todo quedaba ya en manos del destino, es decir en forma de errores de los tres pilotos de delante. Ahí, Lorenzo no confirmaba su escapada y lMárquez se le acercaba, y Rossi, ya en solitario, estaba muy lejos de un Pedrosa que no podía recortar con los dos de delante, y ya se limitaba a no cometer fallos.
El título quedaba en manos ya del trío delantero. Lorenzo bajaba su ritmo demoledor, pero mantenía la primera posición amenazado por el todavía campeón del mundo, que a menos de diez vueltas comenzaba a mostrar su claro deseo de ganar la carrera. A falta de cuatro vueltas, algo de luz se le aparecía a Rossi, con el acercamiento de Pedrosa al dúo de líderes, por lo que nadie podía relajarse para un final que se prestaba a ser descomunal como el Mundial.
El de Castellar del Vallès firmaba un gran final y alcanzaba finalmente al balear y al ilerdense. Todo el guión escrito por el mallorquín se emborronaba y era el momento de templar los nervios para los dos últimos giros a Cheste, con Rossi de espectador de lujo. Lorenzo mostró una vez más su carácter de hierro y aguantó el pulso de las dos Repsol Honda, que no terminaron de ser lo agresivas que se podría esperar. Pedrosa se descolgó en las curvas finales y el balear encontró el camino hacia la gloria de uno de los títulos más recordados de la historia del motociclismo.