Publicado 10/01/2025 16:24

El combustible renovable de Repsol se afianza en el Dakar: "En 2018 nos miraban raro"

El piloto catalán Isidre Esteve (Repsol Toyota), en el Rally Dakar 2025.
El piloto catalán Isidre Esteve (Repsol Toyota), en el Rally Dakar 2025. - EDO BAUER / MEDIAGÉ

MADRID 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

La compañía española de energía Repsol y su combustible renovable han revolucionado el 'motorsport', su "banco de pruebas" gracias al que "han aprendido todo" sobre esta "solución complementaria", aunque antes de su implementación y de afianzarse en varios campeonatos les "miraban un poco raro", y ahora ya celebran victorias de etapa en el siempre exigente Rally Dakar.

La sostenibilidad y la eficiencia son dos de los objetivos, además del evidente que es ganar, prioritarios de Repsol en la élite del automovilismo y el motociclismo. Y la gran batalla de la compañía y su equipo encargado de elaborar este tipo de combustible, liderado por Dolores Cárdenas -'advisor' en Diseño de Producto en la empresa-, ha sido convencer de que este fuel eran tan válido como el tradicional.

"El interés ha crecido muchísimo en estos últimos años. Cuando empezamos a hablar de este tema en competición allá por 2018, nos miraban un poco raro. '¿Qué es esto que me estáis hablando? ¿Residuos para fabricar combustibles? ¿Qué vais a meter en mi motor?' Y no, estos combustibles son de alta calidad", defendió Cárdenas en una entrevista a Europa Press antes del inicio del Dakar 2025.

Precisamente, el 'raid' que se disputa en Arabia Saudí desde 2020 es una de las competiciones -también MotoGP y F4- en las que Repsol ya incorpora este combustible renovable. Y en el Dakar, este año en la primera etapa, ya celebraron la segunda victoria de etapa en este rally con este tipo de combustible Repsol, obra del estadounidense Seth Quintero, del Toyota Gazoo Racing. Un hecho únicamente logrado antes por su compañero, Lucas Moraes, en la etapa 3 de la pasada edición.

El equipo Toyota Gazoo Racing utiliza una gasolina con un 70% de materiales de origen renovable, un carburante que comenzaron a utilizar en la pasada edición del Rally Dakar y que forma parte de una alianza tecnológica con entre Repsol y la marca japonesa que nace de una voluntad conjunta por usar la alta competición como el banco de pruebas con el que evolucionar hacia nuevos productos cada vez más eficientes, como el combustible renovable y el lubricante renovable.

"La visión ha cambiado radicalmente y en estos últimos tiempos sí que hemos recibido peticiones de interés sobre los combustibles renovables en competición, por supuesto, en otras disciplinas y también en el mercado", reveló Cárdenas sobre un combustible que también utiliza Isidre Esteve en su Toyota Hilux o el portugués Joao Ferreira, en su caso diésel, en su Mini.

Repsol defiende que el combustible renovable es una solución "complementaria" para alcanzar la descarbonización en la movilidad. "Lo tenemos disponible y hemos aprendido todo lo que sabemos gracias a la competición. Son combustibles que químicamente se parecen mucho a los convencionales y eso hace que sean compatibles con los vehículos que tenemos en circulación, y con el vehículo que vamos a llevar al Dakar", dijo Cárdenas.

La empresa española trabaja este combustible de dos maneras: los biocombustibles y los combustibles sintéticos. Los primeros proceden de materia orgánica, de residuos como el aceite usado de cocina, residuos orgánicos, o restos de poda. En su uso generan en el vehículo CO2, pero es el mismo que la biomasa capturó al principio, por lo que "de esa manera se cierra el círculo" y no se incrementa la cantidad de CO2 en la atmósfera.

"LA COMPETICIÓN ES NUESTRO MÚSCULO"

"En el caso de los combustibles sintéticos, capturamos, retiramos, CO2 de la atmósfera, producimos hidrógeno renovable y con esas dos materias primas, CO2 e hidrógeno, generamos moléculas de combustibles sintéticos que, igual que el CO2 que tenemos en la atmósfera, se usan exactamente igual, se repostan igual, se emplean de la misma manera en el motor y en su uso en el vehículo generan CO2, pero no es más que el mismo CO2 que capturamos al principio para producirlos", agregó.

Y no hay mejor manera de probar su eficacia que en la competición, que aporta a los científicos "velocidad, capacidad de probar diferentes cosas, saber qué funciona bien, qué no funciona". "Obviamente, el combustible de competición es una receta a medida para extraer el máximo de estos combustibles en esos motores especiales, pero todo eso nos lo llevamos directamente a los productos que tenemos en el mercado", expresó.

"La competición es el músculo, es la herramienta que nos permite trabajar mucho más rápido en este desarrollo", completó Cárdenas, que admitió que, en ocasiones, es difícil convencer al piloto de que, desde residuos de vino o cerveza, puede salir el combustible que le lleve al triunfo.

Aunque en el caso de Isidre Esteve fue "superfácil". "Hay veces que la reticencia a algo nuevo siempre puede estar ahí, pero no hay nada mejor que probarlo y ver las prestaciones que te da. Ese es el punto de diferencia entre una posible reticencia que pueda haber al principio y subirse a los combustibles renovables", celebró.

Los pilotos y los equipos quieren que las prestaciones sean las mismas y que no generen ningún problema en el motor, y eso Repsol lo ha conseguido, ya que son "totalmente compatibles" y no exigen una modificación en el vehículo o le motor. "La competición nos permite probar la última vanguardia, los desarrollos tecnológicos. Es nuestro banco de pruebas", añadió.

Por ello, Cárdenas cree que este biocombustible puede convivir con otras soluciones como la electrificación o el hidrógeno, aunque en determinadas disciplinas estas últimas no se han afianzado, como en la Extreme E. "Sí vemos que los combustibles renovables te permiten mantener la competición como la conocemos hoy en día, y esto todavía nos queda mucho recorrido, tanto en competición como en la movilidad cotidiana", expresó Cárdenas.

La Doctora Ingeniera Industrial en Repsol tiene claro que "todo tiene hueco" para el "reto" de descarbonizar. "No estamos en disposición de descartar soluciones", advirtió, porque entiende que no todos los ciudadanos tienen las mismas necesidades. "Es cierto que la regulación ahora mismo no está reconociendo los combustibles renovables, pero tenemos que ver la ventana de revisión de 2026 en el que quizás cambie un poco la historia hacia el futuro de la movilidad en Europa", señaló.

Pero la apuesta de Repsol es clara, y así lo demuestran sus más de 600 gasolineras entre España y Portugal con el 100% combustible renovable, con el objetivo de llegar a 1.500 puntos de venta al final de 2025, además del desarrollo de una primera planta de producción en marcha desde 2024 en Cartagena, y otros proyectos que vendrán en los próximos años.

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