SAO PAULO (BRASIL), 11 Jun. (Reuters/EP) -
Aficionados de diversos países que recorrían este miércoles las cercanías del Arena Corinthians, escenario del partido inaugural del Mundial entre Brasil y Croacia, se encontraron con obreros que seguían trabajando a pocas horas de que el lugar se convierta en el centro de todas las miradas.
Este miércoles todavía se estaban dando retoques a las gradas, mientras que restaba trabajo para colocar una pasarela entre el aparcamiento y el estadio. Los equipos de limpieza también trabajaban en las cercanías del campo, donde cientos de seguidores se sacaban fotos en un ambiente de celebración.
El chileno Victor Vira, técnico en turismo, dijo estar feliz de vivir el Mundial de cerca pese a no tener una entrada para el partido del jueves. "Es la primera vez que vengo, me encanta el estadio. Se siente mucha alegría de la gente", destacó.
La llegada al estadio en metro también era simple, aunque las cosas podrían cambiar el jueves por la amenaza de una huelga de los trabajadores del sistema de transporte que podría complicar la llegada de buena parte de las 60.000 personas que se esperan para el partido inaugural.
El estadio debía estar listo para diciembre del año pasado, pero las obras se atrasaron principalmente por un accidente ocurrido en noviembre, que dejó dos operarios muertos. Otro trabajador falleció en marzo en las obras de las gradas provisorias que elevaron la capacidad del Arena Corinthians en casi 20.000 lugares.
Uno de los dos sectores de gradas eventuales no fue probado en un partido oficial por falta de tiempo. El estadio tuvo dos eventos con cerca de 37.000 personas y el primero con capacidad completa será la apertura del Mundial.