CIUDAD DE MÉXICO, 18 Jun. (Notimérica) -
La multiculturalidad que existe en el mundo crea bellezas curiosas, únicas y, a veces, indescriptibles. El fotógrafo Diego Huerta, busca fotografiarlas para mostrar al mundo la belleza escondida que hay en México.
Cámara en mano y ojos bien abiertos, Huerta recorre México fotogafiando las mejores imágenes de lugares y personas. Así fue como un día se encontró con una pequeña de piel morena y ojos azules que lo miraba desde el otro lado de la calle.
Se trataba de Adriana, una niña sorda que dejó anonadado al artista por su increíble belleza. "La niña más bonita de México. En mi viaje por el sur de México, en un pueblo ubicado en medio de la sierra Chiapaneca me encontré con los ojos más brillantes que jamás haya visto en persona, la belleza de esta niña era similar a los paisajes que uno puede apreciar a donde quiera que voltee. Ella es sorda, las señas fue nuestra manera de comunicarnos al momento de retratarla. Con tu ayuda podremos crear un archivo fotográfico que nos permita rescatar y preservar el valor real de los pueblos nativos en México", ponía Huertas en la descripción de la foto que publicó en su Instagram.
Desde esta foto han pasado seis años. Pero Diego se quedó con su rostro clavado en la retina y quiso volver a Copainala para ver a Adriana. Su belleza no ha cambiado y volvió a fotografiarla con el mismo atuendo que en la primera ocasión.
"Nunca fue el color, es lo que hay detrás, esa mirada. Nunca fue el color, siempre fue Adriana, la chica más bella de México", así la describe en su sitio web el fotógrafo.
Huertas aprovechó el momento y quiso hacerse una foto junto a la chica para sellar ese momento y mostrarlo públicamente. Un reencuentro que ha marcado su carrera profesional.