MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El sector de la Animación y los Efectos Visuales español facturó 604 millones de euros en 2023, frente a los 611 millones registrados en el ejercicio anterior, y ha experimentado un crecimiento acumulado del 4,8% en cuatro años.
Así se desprende de los datos del 'Libro Blanco de la Animación y los Efectos Visuales 2024', recogido por Europa Press y que ha sido presentado este martes durante la jornada promovida por ICEX España Exportación e Inversiones, la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA) y la Federación de animación y efectos visuales DIBOOS.
La investigación ha sido desgranada por el presidente de ProAnimats y vicepresidente de DIBOOS, Iván Agenjo, junto a Gonzalo Carrión, presidente de AEPA y también vicepresidente de DIBOOS. Los autores del estudio han constatado que 310 empresas (el 10,3% del total del sector audiovisual) trabajan actualmente en el sector, de ellas el 40% (125) constituyen la muestra.
Respecto a la facturación de la industria, entre un 60 y un 65% de las empresas españolas facturaron menos de 500.000 euros en el año 2023, y entre un 35 y un 40% registraron beneficios de hasta 50.000 euros. Además, hay una tendencia creciente en las empresas que facturan de uno a dos millones de euros.
Por ámbito geográfico, un 57% de la facturación del sector se concentra en la Comunidad de Madrid, donde la empresa Skydance factura el 17% de todo la industria, y Cataluña un 25%, lo que sumado supone el 81% del total en España. "Esto supone un problema", ha avisado Iván Agenjo, que ha pedido más ayudas para desarrollar proyectos en otros lugares del país.
La Animación es el 10% del sector audiovisual en número de empresas, un entramado que se configura en un 75% de microempresas que tienen de cero a cinco empleados y un 19% de pymes. Así, el 29,6% de ellas se localiza en Cataluña (la mayoría son pymes y microempresas), el 24,8% en Madrid y el 16% en Valencia.
En este sentido, Agenjo ha remarcado que "la industria existe allá donde el sector público tiene algo que decir" y ha puesto como ejemplo los territorios con lengua propia y que ofrecen ayudas específicas a la producción y el desarrollo, como Cataluña, Valencia, Galicia o el País Vasco; o los incentivos fiscales de Canarias. También ha subrayado que el sector privado necesita del público para desarrollarse.
El sector audiovisual ha crecido en materia de empleo un 17% gracias a los incentivos y a la ayuda institucional, un porcentaje que en el caso de la animación es del 32,5%. "Una producción de animación implica contratar a 50, 100 o 200 personas en un periodo mínimo de dos años", ha recalcado.
El 56% de los empleos se hallan en Madrid, frente al 20% de Cataluña, lo que suma el 75% del total. Respecto al tipo de contrato, un 74,1% es fijo (contrato laboral que supera los 12 meses) y un 25,9% eventual.
En cuanto al género, el 42,1% son mujeres y el 57,9% hombres. Según Agenjo, en materia de paridad, el sector está "mucho mejor" que otros porque combina tecnología y creatividad, pero ha reconocido que hay un "techo de cristal", pues la mayoría de las mujeres trabaja en posiciones bajas, algo que hay que "solucionar".
El salario medio del sector de la Animación se sitúa en los 32.000 euros anuales, por encima de la media del de la industria audiovisual en su conjunto. En 2023, el sector aportó a las arcas públicas 260.336.293 euros, un 23% en impuestos directos, el 49% en indirectos y el 28% en contribuciones a la Seguridad Social. Así, el informe concluye que cada euro invertido en ayudas públicas al sector general 16,5 euros de impuestos.
Entre las conclusiones del informe sus autores destacan que el sector cuenta con fortalezas como la creciente demanda global impulsada por las plataformas, el reconocimiento internacional, la alta capacidad de exportación, los salarios competitivos y el talentos creativo de alta calidad.
Sin embargo, también han identificado una serie de debilidades: un sector atomizado en microempresas y pymes con dificultades para escalar, la fuerte competencia mundial, fragilidad estructural y dependencia de proyectos específicos, falta de apoyo gubernamental eficaz o la fuga de talento.
En este contexto, reclaman una serie de medidas entre las que destacan la necesidad de crear bases de datos sobre el sector y una línea específica de ayudas para la creación de animación, el incremento de la intensidad de ayuda pública, que se puedan compatibilizar los distintos incentivos o el aumento del 30 al 50% de la deducción fiscal, y un apoyo "decidido" a los eventos profesionales nacionales del sector, entre otras.
EL "BUEN MOMENTO" DE LA INDUSTRIA
El evento ha contado con la participación del director general de Internacionalización de la Empresa de ICEX, Pablo Conde; el director Relaciones Institucionales y Comunicación de EGEDA, Rafael Sánchez; y de la presidenta de DIBOOS, Nathalie Martínez.
En su intervención, Pablo Conde, ha destacado que el sector está en un "buen momento" y ha destacado que el empleo se ha mantenido o los premios que han recibido las producciones españoles. De este modo, ha abogado por apostar por lo "diferente" y por la "calidad" en un contexto complicado, marcado por la retirada de la financiación por parte de las plataformas o la fragmentación de las audiencias.
El director Relaciones Institucionales y Comunicación de EGEDA, Rafael Sánchez, ha llamado a apostar por la internalización, por las asociaciones para poder generar proyectos de carácter transversal y por hacer al sector más "fuerte" y "potente" a través de la profesionalización.
La presidenta de DIBOOS, Nathalie Martínez, ha señalado que la animación no es solo para niños, pero sí es la "puerta de entrada" de las nuevas generaciones a la cultura. "Invertir en animación es invertir en cultura, en educación y en futuro. No lo olvidemos", ha declarado.
LA IA, COMO "OPORTUNIDAD"
La jornada ha acogido la celebración de dos mesas redondas que se han centrado en el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la industria y en el valor cultural de la animación española en la era digital.
En la primera de ellas, el director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Camós, ha asegurado que esta tecnología es "útil" y es una "herramienta al servicio de la creación" y ha llamado al sector a formarse sobre ella y a "conocerla", a promover el uso ético a través de protocolos y guías, y ha defendido la transparencia para que el usuario conozca qué se ha creado con IA. Así, se ha puesto al servicio de los creadores y de la defensa de los derechos de autor.
Manuela Villa, directora general de Asuntos Culturales de la Presidencia del Gobierno, ha dicho que lo que le preocupa de la IA es "el pensamiento único" al ofrecer "una respuesta" y que la gente que está detrás de su desarrollo "no es especialmente maja". Cree que el sector debe verla como una "herramienta", pero el sector público tiene la "obligación" de desarrollar herramientas de IA "públicas, transparentes, que tengan la ética que solo la del mercado".
También el cineasta español Pablo Berger ('Robot Dreams', 2023), que cree en la regulación y en los derechos e autor, ha instado a enfrentarse a la IA con "buenas historias" y cree que hay que afrontarla como una herramienta, como "una oportunidad" y no como "una guillotina". "Está ahí. No podemos demonizarla. No es el anticristo" ha señalado, para después agregar que si se utiliza, se puede llegar "más lejos en el cine".