MADRID, 12 Feb. (Notimérica) -
El día internacional de los enamorados se celebra en muchos países el próximo 14 de febrero y lleva consigo una tradición que, si para algunos es absurda, para muchos es todo un acontecimiento para demostrar el amor que se profesa por la pareja en cuestión.
A estas alturas, es posible que el origen del día de San Valentín sea fruto de la mercadotecnia y el márketing en sus estados más puros, sin embargo, la historia de esta celebración para algunos es un poco más profunda.
Todo empezó en el Imperio Romano (siglo III), con un sacerdote llamado San Valentín que ejercía en Roma. La ciudad entonces estaba gobernada por el emperador Claudio II, quien había prohibido la celebración de los matrimonios para jóvenes porque decía que cuantas menos ataduras amorosas y familiares tuvieran los soldados mejor sería su rendimiento en el campo de batalla.
Para el sacerdote, este decreto fue injusto y excesivo, por lo que decidió desafiar al emperador casando a los jóvenes enamorados de manera clandestina, de ahí que San Valentín se convirtiera en el patrón de los enamorados.
Cuando Claudio II se enteró del prestigio del sacerdote le hizo llamar para que acudiera a palacio y, aunque en un principio el emperador se interesó por el cristianismo del sacerdote, el gobernador de Roma, Calpurnio, le persuadió junto con el ejército de Roma para que no atendiera a razones cristianas.
Por orden del emperador, Valentín ingresó en prisión, pero el carcelero que le custodiaba, Asterius, quiso ridiculizarlo y ponerle a prueba, de manera que le retó a que devolviera la vista a una hija suya que había nacido ciega, Julia.
Aceptando el reto, Valentín obró el milagro en nombre del Señor, y el carcelero y su familia se convirtieron al cristianismo.
Por su parte, el emperador Claudio ordenó la ejecución del sacerdote y el 14 de febrero del año 270 San Valentín perdió la vida.
Según cuenta la leyenda, el sacerdote se enamoró de Julia y antes de morir le dejó una carta de amor firmada por él que decía 'De tu Valentín', siendo esta una de las versiones de la primera carta de amor oficial del día de los enamorados.
A modo de respuesta y agradecimiento, la joven plantó un almendro de flores rosadas junto a la tumba de San Valentín, por eso el almendro se considera un símbolo de amor y de amistad duraderos.
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