BOGOTÁ, 22 Ago. (Notimérica) -
Una multitud pocas veces vista se agolpó en las calles de Bogotá el 22 de agosto de 1968. Numerosas personalidades, sacerdotes y campesinos se conjugaron en alegría y aplausos al ver cómo Pablo VI bajaba del avión y se convertía en el primer papa en besar tierra iberoamericana.
Durante tres días realizó diversas eucaristías, se reunió con las autoridades locales, ordenó a más de 50 religiosos y casó a 24 parejas. Sus discursos fueron ampliamente seguidos por toda la población, ya que su visita tuvo una cobertura mediática histórica.
Coincidiendo con el XXXIX Congreso Eucarístico Internacional, se suscitó en todo el subcontinente una modernización del espíritu católico, siguiendo los pretextos del Concilio Vaticano II.
Pablo VI fue uno de los principales artífices de la renovación de la Iglesia Católica, apostando por los acuerdos con otras religiones y exigiendo protección para los desamparados.
Tras un intenso periplo, se despidió diciendo: "¡No te decimos adiós, Colombia, porque te llevamos más que nunca en el corazón!". El subcontinente tuvo que esperar más de una década para recibir otra visita pontificia, la de Juan Pablo II a Brasil en 1982.
Desde entonces, los viajes de los papas a Iberoamérica han sido constantes. Con la elección como nuevo pontífice del argentino Jorge Bergoglio, las visitas no han dejado de suceder. En poco menos de un mes, Francisco I pisará de nuevo territorio colombiano, así como Chile y Perú en 2018.