QUITO, 23 Nov. (Notimérica) -
"Señor mío, mi amor: no me basta decir te quiero; por eso lo escribo, por la necesidad y el apremio de mi pecho. Quiero grabarlo en las nubes, en el cielo de mi Quito quiero.". Este fragmento de las cartas que Manuela Sáenz dirigía con amor y desenfreno a Simón Bolívar concuerda con la imagen de una mujer independiente y con carácter, como la llamaba Bolívar, 'la libertadora del libertador'.
Manuela Sáenz hija del español Simón Sáenz y la criolla María Aizpuru, falleció un día como hoy hace 160 años. Tuvo un espíritu rebelde toda su vida. Se escapó del convento con un enamorado y se casó por conveniencia con el médico James Throne, matrimonio que también abandonó para unirse, en una relación amorosa e ilegítima, con el famoso militar Simón Bolívar.
Debido a sus orígenes familiares luchó activamente por los ideales del bando independentista. Ayudó a uno de sus hermanos quien deseaba acceder a una mayor posición militar en el ejercito patriota, razón por la cual se acercó al escenario político muchos años antes de conocer a Bolívar. Debido a su destacada entrega, Manuela Sáenz formó parte de la comitiva de 100 mujeres reconocidas como 'Caballerezas de la Orden del Sol' que fueron condecoradas por el, también general libertador, José de San Martín.
UNA HISTORIA DE AMOR
El 16 de junio de 1822, Simón Bolívar entró a la ciudad Quito, seguido de todos sus soldados, como triunfadores de las batallas en la 'Campaña del Sur'. Manuela Sáenz se encontraba en el balcón de su casa y al observar a Bolívar le lanzó una corona de rosas y laureles que lo golpeó en el pecho. Esa misma noche, se conocieron en el baile organizado en honor al triunfo de la batalla.
El 25 de septiembre de 1828, en Bogotá, se llevó a cabo la 'Conspiración Septembrina', un complot organizado para asesinar a Simón Bolívar. Manuela Sáenz al darse cuenta del atentado pidió a Bolívar que escapase del palacio presidencial saltando por la ventana. Sáenz distrajo a los opositores y por ésta acción que le salvó la vida, fue bautizada por el propio Bolívar como 'la libertadora del libertador'.
Como amante del libertador 'Manuelita', como la llamaban los militares del batallón de Bolívar, participó activamente en las campañas libertarias guiando batallones. En sus años junto al libertador Bolívar vestía con el uniforme militar y cabalgaba como hombre, solicitaba el derecho de ciudadanía para las mujeres y asesoraba a su amante en el ámbito político y en su lucha por liberar a los pueblos de la Gran Colombia.
Los historiadores sudamericanos coinciden en que Manuela Sáenz poseía un carácter fuerte, tanto que incluso ella y su amante vivían en casas separadas, razón por la cuál Sáenz no acompañó a Bolívar en la campaña de 1830. Ese año Simón Bolívar enfermó gravemente debido a un trastorno hidroelectrolítico que le arrebató la vida, sin que 'Manuelita' pudiera verlo. Luego de la muerte de su amante, le fue revocada su permanencia en Quito por lo que vivió en el exilio y la pobreza en Paita, una ciudad al norte de Perú, donde murió a causa de la difteria.
Manuela Sáenz es considerada hasta la fecha como una de las precursoras de los derechos de la mujer en toda Iberoamérica. A su nombre se dedican museos y monumentos en Colombia, Argentina, Ecuador y Venezuela. Se han escrito más de una decena de libros sobre su historia, sus cartas y su aporte a la unificación de los pueblos del sur de América. Además de obras teatrales, películas, telenovelas y óperas en su honor.