MADRID, 15 Jul. (Notimérica/EP) -
Han pasado 11 años desde que uno de los grandes literatos chilenos falleciera, Roberto Bolaño, enfermo del hígado, en la ciudad de Barcelona (España). De instinto autodidacta, lector voraz, escritor de prosa y poesía. En él prosa y poesía se aúnan. Fundó muy joven junto a otros el movimiento literario 'Infrarrealismo'. La escritura era su vida y vivía su literatura de una forma excesiva. Muchos de los textos que dejó escritos aún están inéditos. Descubrir a Bolaño se entiende como una labor necesaria.
Poco se puede decir de la genialidad de Bolaño sin mentar lo que era típico en él. Que era buena persona; que tenía un sentido del humor inteligente; se le conoció humilde y trabajador; vivió en la miseria económica con tal de escribir y leer. Y en las mismas murió. Afincado en Barcelona, en una barriada, con su mujer y sus dos hijos. Prácticamente anónimo.
Por eso se hace necesario ir directamente a su trabajo, a los dos Bolaños que hubo: la persona y el mito que se creó partiendo de su obra. Nació en Chile, vivió parte de su vida en México y luego marchó a España. A Chile ya no regresó tras ser detenido, en pleno movimiento golpista, temió por su vida. Y en México basó una parte importante de su literatura.
Bolaño se inició en la poesía con 'Reinventar el amor'. Tenía 23 años y publicó un poema de 20 páginas dividido en nueve partes. En 1992 publicó 'Perros románticos' que, junto a 'Los últimos salvajes' y 'Tres', completaron entonces su obra póetica. Póstumamente pudimos leer la recopilación de poemas bajo el título 'La universidad desconocida'
En cuanto a prosa, la primera de sus novelas fue publicada en 1984 con el título 'Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce', pero esa, 'La senda de los elefantes' y 'La pista de hielo' apenas tuvieron repercusión. Hasta 1996 cuando se hizo notar con 'La literatura nazi en América', relato bajo apariencia veraz, de una ficción sobre poetas y escritores americanos simpatizantes del nazismo.
Sin embargo, la obra de Roberto no acababa de atraer a las editoriales. 'Estrella distante' no fue lo que estas esperaban tras la 'La literatura nazi' y tardó en consagrarse. Tras esta, 'Los detectives salvajes' sí le confirió un peso como escritor. Sin embargo, a pesar de la indudable calidad de su producción, puede decirse que no se abrió al gran público hasta la publicación póstuma de 'Los sinsabores del verdadero policía', 'El tercer Reich' y, por supuesto, '2666'.
Acercarse al mundo de Bolaño no es un trabajo sencillo, requiere de tiempo para introducirse en un imaginario formulado por él mismo. Tenía bastos conocimientos de literatura, con Jorge Luis Borges y Julio Cortázar como referentes, y se permitía la crítica a todo lo anterior, y a los de su tiempo. Consciente de la fragilidad de la escritura, no escribía para la fama o el mero hecho de consagrarse.
Sí apeló a su talento para dejar una novela póstuma en herencia a sus hijos. Su obra más reconocida de todas las que habría escrito, que él mismo admitió quedó inacabada. Esas historias, entre lo real y lo imposible, de un libro que no trataba la ficción, sobre diferentes ámbitos y personajes misteriosos, conforman '2666'.
En '2666' Bolaño pretendía que fuera publicada en cinco partes para asegurar el sustento de su familia. Está la historia de los críticos literarios que investigan sobre un famoso escritor que nadie ha visto. Otro capítulo está dedicado a la fantástica historia de la vida y supervivencia de este escritor, Benno von Archimboldi.
También la vida de Amalfitano, el profesor chileno que vivía con su hija allí en México y mantenía un libro de geometría colgando de una cuerda en el patio. Otro de los episodios narra la situación de Fate, el periodista al que le toca cubrir las peleas de boxeo en México.
Y de fondo, la realidad cruda de las mujeres de una ciudad Juarez reconvertida en Santa Teresa, que tienen un desarrollo extenso en un capitulo que, al mismo tiempo desgarra e invita al tedio. En esta parece que tome todos y cada uno de los casos de desapariciones y muertes que hayan tenido lugar allí, y los vuelque con rabia a la lectura ante esas estadísticas rutinarias. De todo eso hablaba Bolaño.
Y triunfó, aunque vivo solo le dio tiempo a verlo de lejos, con el reconocimiento de algún que otro premio. Su nombre sonaba en los concursos literarios que de vez en cuando le ensalzaban, como el premio Herralde que otorga desde 1983 la editorial 'Anagrama', y luego todo ese trabajo alcanzó una fama abrupta, para entonces ya muerto por una enfermedad en el hígado. Mientras vivía del trabajo de su mujer. Muchos siquiera pretendieron publicarle.
Lo dejó por escrito junto con todos los acontecimientos del día a día, como era su costumbre.
MI CARRERA LITERARIA ('La universidad desconocida')
Rechazos de Anagrama, Grijalbo, Planeta, con toda seguridad
también de Alfaguara, Mondadori. Un no de Muchnik,
Seix Barral, Destino... Todas las editoriales... Todos los
lectores...
Todos los gerentes de ventas...
Bajo el puente, mientras llueve, una oportunidad de oro
para verme a mí mismo:
como una culebra en el Polo Norte, pero escribiendo.
Escribiendo poesía en el país de los imbéciles.
Escribiendo con mi hijo en las rodillas.
Escribiendo hasta que cae la noche
con un estruendo de los mil demonios.
Los demonios que han de llevarme al infierno,
pero escribiendo.
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