LIMA, 26 Mar. (Notimérica) -
En Perú viven hasta cuatro millones de alpacas, la mayoría de ellas son criadas en las localidades más remotas de los Andes surorientales, cuya lana, de más de 24 tonalidades naturales, es codiciada por muchos países.
Las alpacas son unos mamíferos, muy similares a las llamas, cuya fibra es tremendamente cálida y es procesada manualmente. Tras el esquilo se escogen cuidadosamente las hebras más finas para lavarlas, secarlas, ordenarlas y finalmente convertirlas en hilos para poder tejer. De un sólo animal se puede sacar anualmente hasta 4 kilos de lana.
La fibra de alpaca sale de las llanuras de los Andes peruanos y es exportada a las tiendas de lujo de Estados Unidos, Asia y Europa, donde es muy cotizada. Casi medio kilo de este producto se vende en el mercado internacional a 300 dólares.
El ingeniero zootecnista, Moisés Asparrín, administrador de una finca propiedad de la compañía peruana Michell, que exporta ropa de lujo elaborada con esta lana afirmó que "en Perú se concentra más del 80 por ciento de la población alpaquera del mundo", según ha recogido El Mercurio.
Cada pelo de alpaca tiene un diámetro que varía entre 17 y 30 micras, casi un tercio del grosor del cabello humano, y contiene burbujas de aire microscópicas en su interior lo que provoca que una prenda se mantenga fresca en los días cálidos y retenga el calor corporal en los días fríos.
Aproximadamente 1, 2 campesinos peruanos se dedican a la cría de estos animales, y lo hacen en condiciones muy precarias, luchando contra enfermedades como la sarna y contra las extremas temperaturas que azotan la región de los Andes a mitad de año.
En la provincia de Puno, uno de los destinos más turísticos de Perú, famoso también por la cantidad de alpacas que habitan en sus territorios, el año pasado, las autoridades reportaron la muerte de más de 170.000 ejemplares, la mayoría de ellos crías, durante las dos primeras semanas del mes de julio.
A más de 300 kilómetros de Puno se encuentra Arequipa, una de las ciudades más importantes del sur del país, donde existen fábricas de telas e hilos y diversos talleres que realizan al año unos 46 millones de prendas de alta costura, que se destinan principalmente a tiendas de Estados Unidos, Alemania y Japón.
Este tejido usado por lo incas, hoy en día es considerado como un producto de lujo y conocido internacionalmente por su fibra noble y natural, que abriga a pesar de ser ligera.
