CIUDAD DE MÉXICO, 30 Nov. (Notimérica) -
Basta con escuchar una de las canciones más célebres de Jorge Negrete 'México Lindo y Querido' para determinar el gran amor que sentía por su país natal: 'si muero lejos de ti que digan que estoy dormido y que me traigan aquí'.
Nacido el 30 de noviembre de 1911 en Guanajuato, Negrete supone una de las figuras más emblemáticas de la Época de Oro del cine nacional, una posición que comparte con María Félix y Mario Moreno 'Cantinflas'. Además, fue el líder de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), uno de los premios más prolíficos del país.
Políglota desde bien pequeño debido a sus estudios en el Colegio Alemán Alexander Von Humboldt, el actor ingresó en el Heróico Colegio Militar mexicano para graduarse como teniente de Caballería y Administración, sin embargo, su interés por el canto hizo que abandonara el puesto de capitán segundo en 1931.
A partir de entonces, se dedicó a la música comenzando en la radiodifusora XETR con versiones de autores como Alfonso Esparza Oteo y María Grever. Sin embargo, su celebridad viene de la mano de la estación XEW, que por entonces tenía como locutor principal al actor y cantante Arturo de Córdova.
Negrete debutó en diversas agrupaciones desde 1934, cuando participó en el coro de 'La verdad sospechosa', de Juan Ruiz de Alarcón, bajo la dirección de José Pierson. Más tarde, colaboró con la Compañía de Revista de Roberto Soto.
Su salto a la fama mundial más allá de las fronteras del país vino junto al vocalista Ramón Armengod, quien le propuso un viaje a Estados Unidos debido a la baja de su anterior compañero, Emilio Tuero, quien desestimó la gira por otros contratos artísticos.
Allí, se presentaron bajo el nombre de 'The Mexican Caballeros' para la cadena NBC pero el dueto se desintegró en 1937. Por ello, para poder seguir ganando dinero, Negrete trabajó como camarero en diversos restaurantes latinos estadounidenses, los cuales incluían un espectáculo durante las comidas y cenas.
Cuando uno de los cantantes no asistió a su cita, el futuro actor le suplió y consiguió llamar la atención del músico cubano Eliseo Grenet, quien le contrató para participar junto a su orquesta. No obstante, su personalidad tendría especial relevancia tras su llegada al cine.
LLEGADA AL CINE
Bajo el sello Warner Bros. protagonizó un cortometraje llamado 'Cuban Nights'. Sin embargo, tal y como decía en la canción con la que ha comenzado este espacio, su tierra natal lo llamó de nuevo para protagonizar diversas cintas a finales de los años 30. Entre ellas, destacan 'Juan sin miedo', 'El Fanfarrón' y 'Juntos pero no revueltos'.
Su sueño por trabajar en la meca del cine volvió a su persona, trasladándose de nuevo a Hollywood para formar parte del elenco de algunas películas de la 20th Century Fox. Pero, por aquel entonces, existían malas relaciones entre la Unión de Actores de Estados Unidos y los intérpretes latinos, por lo que los primeros boicotearon su vuelta.
De vuelta a México --y gracias a su papel principal en '¡Ay Jalisco, no te rajes!' (1941)-- se convirtió en uno de los artistas fundamentales de la historia cinematográfica de la región. Los siguientes títulos que se muestran en su filmografía son 'Seda, Sangre y Sol' (1942), 'Lluvia Roja' (1949) y 'Dos tipos de ciudad' (1952) en la que participó junto a Pedro Infante.
Gracias a la primera de ellas, Negrete contribuyó a la creación del estereotipo de mexicano alegre y valiente con su imprescindible sombrero ancho y fuerte persoanldiad, por lo que pronto se convirtió en uno de los símbolos sexuales de la década de los 30.
GRAN CARISMA
Su enorme carisma influenció en muchos de los cantantes populares de la historia reciente, entre los que destacan Pedro Infante, Alfredo Kraus, Franco Corelli y Plácido Domingo. A pesar de que muchas habladurías apuntaran a Infante como uno de sus principales detractores, este siempre mostró respeto y agradecimiento hacia Negrete.
Lo cierto es que su enorme expresión musical, la imagen del charro típico, el consumo del tequila y las canciones de mariachi no pueden concebirse sin la contribución de Negrete, quien colaboró al enorme interés de los turistas y el mundo en general por visitar México y conocer de cerca sus costumbres.
La difusión del espectro cultural y social de su país va más allá de la fecha de su muerte por Hepatitis C el 5 de diciembre de 1953, cuando dejó viuda a otra de las actrices más emblemáticas del pasado siglo, María Félix, cuya boda se había desarrollado unos años antes tras un repertorio de estrellas que acudieron al evento. Entre ellos, se encontraban Octavio Paz, María Teresa Montoya, Frida Kahlo y Diego Rivera.