SAN SALVADOR, 4 Jun. (Notimérica) -
Los balones fueron cambiados por las balas en la denominada 'Guerra del fútbol' entre El Salvador y Honduras en 1969. Después de años de tensiones sociales, los partidos que les enfrentaban por la clasificación del Mundial de Fútbol de México 1970 agravaron la situación. Tras cuatro días de combates, solo un año después pudo firmarse la verdadera paz, el 4 de junio de 1970.
El Salvador arrastraba un problema de superpoblación desde hacía décadas. La pobreza no dejaba de aumentar y, en una economía basada en el sector primario, miles de campesinos luchaban para conseguir un puesto de trabajo en grandes fincas de terratenientes por un sueldo miserable.
Masas de jornaleros emigraron hasta Honduras en busca de una vida mejor, pero no fue así. El panorama era similar en el país vecino, con el agravante de que se consideró la llegada de salvadoreños como una invasión. El Gobierno hondureño expropió tierras a favor de su propia población, sin poner demasiadas trabas a la creación de grupos paramilitares contra los salvadoreños, como 'La Mancha Brava'. La violencia fue escalando hasta que los salvadoreños regresaron precipitadamente a su país ante el temor de ser deportados.
El 14 de julio de 1969, El Salvador bombardeó suelo hondureño, además mandó un contingente por tierra. La Organización de Estados Americanos (OEA) negoció un armisticio el 20 de julio de 1970, cuatro días después del estallido de la contienda. Las condiciones de la paz fueron que el Ejército de El Salvador abandonara Honduras, mientras que este dejaría de perseguir y masacrar a los salvadoreños emigrantes.
Fue el último enfrentamiento en el que se vieron aeronaves de la II Guerra Mundial. Además, El Salvador, después de ganar dos partidos contra su vecino, se convirtió en el primer país centroamericano en disputar un Mundial de Fútbol. La contienda, sin embargo, no fue una anécdota, ya que murieron entre 2.000 y 5.000 personas en apenas 100 horas de batalla.