BUENOS AIRES, 23 Nov. (Notimérica)
"Gerardo construía su inspiración, su imaginación y sus manos", son las palabras que mejor describen al fundador del grupo argentino de humor Les Luthiers, Gerardo Masana, que falleció a la temprana edad de 36 años debido a una leucemia que fue minando sus fuerzas y que acabó con su vida el 23 de noviembre de 1973.
A pesar de que ya hayan pasado varios años desde que Masana dejara los escenarios, a día de hoy el grupo argentino continúa recordándole utilizando instrumentos creados por él e interpretándo alguna obra en la que participó.
Algunas de sus primeras representaciones para Les Luthiers fueron la 'Cantata Laxatón' y los primeros "instrumentos informales" --cómo Masana los bautizó-- que creó fueron el Bass-Pipe a Vara, la máquina de tocar o dactilófono, el contrachitarrone da gamba, o el cello legüero, entre otros.
Nacido en Banfield (Buenos Aires) el 1 de febrero de 1937, la educación musical de Gerardo Masana comenzó a los ocho años y a los 11 estudió composición y armonía por su cuenta. Su hermana Nuri recordaba cómo un día le preguntaron de quién era la pieza que estaba tocando, a lo que este contestó que la había compuesto él. "Tenía 15 años", dijo esta.
LA ARQUITECTURA LE LLEVÓ A LA MÚSICA
En 1955 Masana entró en la universidad para estudiar arquitectura, carrera que en aquella época se impartía en el actual edificio histórico conocido como 'La manzana de las luces', en el centro de Buenos Aires.
Por aquellos años, la vocación de 'luthier' --persona que se dedica a fabricar y reparar instrumentos musicales de cuerda-- del cantante argentino ya se empezaba a perfilar. Su compañero del instituto Jorge Honda recuerda como "un día hice un viaje al norte del país y en Humahuaca conseguí una auténtica quena coya. Se la mostré a Gerardo. Le interesó y pronto comenzó a buscar la manera de construir otra igual. Con cartón parafinado fabricó un instrumento que sonaba mejor que la quena original".
Los estudios de arquitectura tuvieron una fuerte influencia sobre Masana. "Tuvo una formación que fue mucho más allá del mero aprendizaje de música. Era un creador constructor, que encaraba su actividad artística de una manera casi arquitectónica. Gerardo construía su inspiración, su imaginación y sus manos", expresó Honda.
DE I MUSICISTI A LES LUTHIERS
Durante los años 60, casi todas las facultades de las universidades argentinas tenían su propio coro musical para simplemente divertirse o, en cambio, presentarse a festivales intercorales que tenían lugar a lo largo del curso, a modo de entreacto de humor.
En 1965 se celebró el VI Festival de Coros Universitarios en la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán, al que se presentó un grupo de jóvenes universitarios ofreciendo un espectáculo de humor que consistía en un conjunto orquestal de instrumentos completamente novedosos, inventados y construidos por ellos mismos con materiales sencillos.
Dicho grupo estaba formado por un solista, un pequeño coro y los mencionados instrumentos no convencionales. Su obra central: 'Cantata Laxatón', compuesta por Gerardo Masana, estaba inspirada en la 'Pasión según San Mateo' del músico Johan Sebastián Bach, la cual interpretaron como parodia del estilo de las cantatas barrocas y la letra procedía del prospecto de un conocido laxante comercializado durante esos años.
A partir de esta actuación, los jóvenes recibieron con sorpresa una oferta de un contrato para repetir la actuación en Buenos Aires, donde se presentaron con el nombre de I Musicisti.
Tras la formación oficial como grupo y varias actuaciones, en 1967 distintas discusiones internas acerca de la retribución para cada músico desembocaron en el fraccionamiento de I Musicisti, que posteriormente continuó su carrera bajo el definitivo nombre de Les Luthiers.
El 'Flaco' Masana, como lo apodaban algunos, fundó Les Luthiers ese mismo año con la primera formación integrada por Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich.
El éxito en Argentina les llevó a actuar por primera vez en un país no limítrofe como Venezuela en mayo de 1973, considerado la última parada de Gerardo Masana. "Fue emocionante hasta las lágrimas. No podíamos creer que nos hubieran contratado de otro país para ir a hacer nuestros espectáculos, que habían comenzado pocos años atrás como una broma", recordaba Núñez Cortés.
"Gerardo tampoco lo podía creer. Estaba contento, alegre y sonriente. Este viaje fue su despedida de la vida", expresó Daniel Rabinovich recordando a su viejo amigo y fundador de Les Luthiers que falleció con tan sólo 36 años luchando contra una leucemia que acabó con su vida el 23 de noviembre de 1973.