SAN SALVADOR, 9 Abr. (Notimérica) -
Aserrín, sal, anilina, moldes de figuras santas, paciencia y ganas son los ingredientes necesarios para realizar las famosas alfombras de sal que adornan las calles de El Salvador durante Semana Santa.
El objetivo de esta centenaria celebración es embellecer la representación del camino que Jesucristo recorrió antes de ser crucificado en lo que se le conoce como 'Procesión del Santo Entierro' que se realiza cada Viernes Santo de esta festividad.
Los preparativos se ponen en marcha varias semanas antes para que todo esté listo en el gran día. Lo primero que se debe ingeniar es la idea de cómo va a ser la alfombra, los colores que va a llevar o el tamaño entre otras apreciaciones. Por este motivo, antes de "salar" las calles, los partícipes realizan un boceto de la alfombra para tener una imagen visual de cómo va a ser en la realidad.
El segundo paso es refinar el aserrín y seguidamente pigmentarlo con los colores que se han seleccionado previamente. Por otra parte, en un cubo se mezclan el aserrín pigmentado y 350 mililitros de agua con una herramienta y se deja reposar por cinco días. Cuando finaliza este proceso se pone a secar la mezcla al sol, cubriendo el suelo con un plástico para evitar que este se manche.
En el cuarto paso se delimita el perímetro con marcos de madera donde se va a elaborar la alfombra que tiene un tamaño estándar de 2x1 metros. Seguidamente se esparce aserrín sin teñir y se debe compactar con ayuda de trozos de madera mientras se rocía un poco de agua. Esta es la base para colocar el aserrín teñido posteriormente.
En el sexto paso se comienzan a trazar los dibujos a mano alzada, en el caso de los profesionales, o con la ayuda de moldes, en el caso de los novatos, para después rellenar poco a poco el trazado con el aserrín teñido teniendo en cuenta los colores acordados en el boceto. El broche final consiste en dibujar los detalles de las figuras como los ojos, labios o incluso sombras. Además, se pueden incluir adornos de metal, madera y en algunas ocasiones fruta.
La creación de alfombras de sal es una tradición que está muy arraigada en El Salvador donde incluso las Casas de la Cultura realizan concursos para elegir a las más creativas que son premiadas y reconocidas por mantener viva una costumbre que se inculca de generación en generación.