SANTIAGO DE CHILE, 29 Nov. (Notimérica) -
La tragedia de Chapecoense en Colombia no ha sido la única de este estilo en la historia. Este suceso trae al recuerdo un episodio similar como fue el de la tragedia aérea del club chileno Green Cross que golpeó al mundo del fútbol en 1961.
El 3 de abril de aquel año parte de la plantilla del equipo de fútbol de la ciudad de Santiago de Chile murió al impactar el avión en el que viajaban desde Osorno, Chile, tras jugar un partido de la Copa nacional. La aeronave se estrelló contra el cerro Lástima, cerca de la ciudad chilena de Linares, falleciendo en el acto todos los pasajeros.
El equipo que por aquel entonces jugaba en Primera División, se encontraba de regreso a su ciudad tras una dura derrota contra el club de la ciudad de Osorno en su disputa por la copa. Sin embargo, el viaje fue organizado en dos aviones distintos por la falta de plazas debido a la alta demanda de pasajes en la temporada de Semana Santa y por el gran número de escalas realizadas por uno de los aviones.
Por aquel motivo, muchos de los jugadores, pero no todos, viajaron en aquel desafortunado vuelo.
Nada más conocerse el terrible suceso se inició la búsqueda de los restos de la aeronave y de los pasajeros. Los servicios de socorro tardaron siete días en hallar los restos del accidente en la cordillera de Los Andes de la Séptima Región, lugar del impacto. Hasta el día 16 las patrullas de rescate no pudieron alcanzar la zona.
Los 24 cadáveres hallados pasaron por una compleja etapa de reconocimiento tras la cual pudieron ser enviados a sus ciudades de origen con sus familias. Entre los fallecidos destacaron los futbolistas Manuel Contreras, Dante Coppa y Berti González, además del entrenador Arnaldo Vásquez Bidoglio, y los árbitros Lucio Cornejo, Roberto Galiano y Gastón Hormazábal.