BOGOTÁ, 2 Dic. (Notimérica) -
Un resbaladizo Pablo Emilio Escobar Gaviria era abatido a tiros el 2 de diciembre de 1993 en Medellín, Colombia, tras sufrir 17 duros meses de persecución a su persona. El suceso tuvo lugar años después de que se fugara de la lujosa cárcel que había mandado construir tras haberse entregado voluntariamente a las autoridades.
El narcotraficante más buscado del mundo era asesinado por el exjefe de inteligencia colombiano, Hugo Aguilar, cuando intentaba escapar por el techo de su propia casa, según la versión oficial. Escobar recibió un tiro certero por la espalda que le atravesó el corazón y fue rematado por otro impacto de bala de un policía en la cabeza. La operación policial conocida como 'Bloque de Búsqueda' integró a 5.000 militares y policías que tenían la misión de capturar al narcotraficante.
Los agentes de seguridad afirmaron que la captura fue posible a través de interceptaciones telefónicas que permitieron descubrir su paradero. Después de varios meses de búsqueda, un comando de las fuerzas militares y de la policía descubrió al criminal en un domicilio de su ciudad natal. En aquel momento dio comienzo una redada dentro de la casa para detener a Escobar que acabó con su muerte, un triunfo para la sociedad colombiana que sentía más cerca que nunca el fin de uno de sus mayores problemas.
Justo después de caer a tiros, los agentes de seguridad confirmaron la muerte del cabecilla del Cártel de Medellín con varias fotografías donde se muestran eufóricos y sonrientes al tiempo que exhiben el cuerpo ensangrentado y sin vida de Escobar.
Sin embargo, existe una polémica entorno a lo sucedido aquel día. Las declaraciones realizadas por el exjefe de la Oficina de Sicarios de Envigado, Don Berna, que posteriormente fueron publicadas en su libro 'Así matamos al patrón' que escribió desde la cárcel, acusan a las autoridades colombianas de llegar a la escena del crimen cuando Escobar ya estaba muerto y de tomarse las fotografías.
Según Berna, los responsables de la muerte del narcotraficante habrían sido él mismo junto a su hermano con ayuda de las informaciones proporcionadas por el Cártel de Cali, rival de Escobar. La guerra abierta entre los dos cárteles de la droga había derivado en la obsesión por parte del cártel rival de acabar con Escobar. Supuestamente el hermano de Berna apretó el gatillo contra el narco, quien en sus últimos años había ampliado su lista de enemigos a causa de una actividad más violenta contra personas cercanas a sus antiguos socios. Lo cierto, es que tanto Aguilar como Berna tienen conexiones con los grupos paramilitares, los cuales han sido acusados de dominar el negocio de la droga durante un tiempo en Colombia.
Pese a todo, el día en que mataron al "enemigo público número uno de Colombia" hubo gente que lloró y gente que celebro su muerte, sentimientos muy contrapuestos hacia la persona que dirigía el cártel más grande y poderoso del país, un negocio que se lleva por delante la vida de miles de personas cada año en el país Iberoamericano. Tras 24 años de la muerte del rey de la coca, el conflicto de la droga en Colombia esta muy lejos de acabar.
Se podría decir que Escobar ha continuado con su reinado tras su muerte a través de un legado. La expansión de su imagen como un mito le ha convertido en protagonista de diversos libros e incluso de una serie que le ha ayudado a conseguir millones de adeptos. 'Narcos' muestra el epicentro de la tragedia colombiana con el narcotráfico, pero lo hace a través de los ojos de uno de sus idearios, Pablo Escobar. Además, logra acercar a los espectadores a hacia la parte más íntima de la vida del narcotraficante en una confusa mezcla entre repudio y admiración.