Foto: INAH
MÉXICO DF, 16 May. (Notimérica/EP) -
Los cenotes y las cuevas inundadas de la Península de Yucatán (México) son las fuentes más prometedoras para el estudio del hombre Paleoamericano.
"Estos sitios sumergidos, que datan de la era de hielo, son una oportunidad única para conocer una parte de la historia humana desconocida hasta hoy respecto a la interacción entre el ser humano y su medio ambiente en un entorno prehistórico completamente distinto al actual", señala Dominique Rissolo, arqueólogo del Instituto Waitt.
Este experto es uno de los que ha participado en la investigación que se realiza a través del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro, en Tulum (Quintana Roo), y que ha dado como resultado el descubrimiento de 'Naia', el esqueleto humano más completo y genéticamente intacto que se ha encontrado en América.
Se trata, según confirman los estudios de ADN, del eslabón que faltaba para poder confirmar el vínculo que existe entre los primeros pobladores de América y los grupos indígenas contemporáneos en este continente.
'Naia', nombre con el que ha sido bautizado el esqueleto, que pertenece a una joven de entre 15 y 16 años que murió dentro de una cueva localizada en el actual estado de Quintana Roo, fue hallado en el sitio arqueológico Hoyo Negro.
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Esta cueva es "una cápsula de tiempo que ha conservado la información sobre el clima y la vida humana, animal y vegetal que existían al final de la última era de hielo", tal y como la ha descrito James C. Chatters, antropólogo y paleontólogo de Applied Paleoscience and Direct AMS, reconocido mundialmente por el descubrimiento e investigación del llamado Hombre de Kennewick.
El descubrimiento coloca a México en una posición "sobresaliente" respecto a la "gran oportunidad" que Hoyo Negro ha abierto para resolver cada vez con mayor claridad el vínculo existente entre los primeros pobladores de América y los grupos indígenas actuales, ha subrayado a su vez la arqueóloga pionera de la arqueología subacuática en México, Pilar Luna Erreguerena, y co-directora del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro.
"Este proyecto ha resultado una experiencia fuera de serie en la que un grupo de seres humanos ha unido sus conocimientos y sus esfuerzos para trabajar hacia una misma meta: llevar a cabo una investigación multi y trans-disciplinaria de alto nivel y gran ética en un sitio que ha guardado una inmensa riqueza cultural durante miles de años y que ahora está dispuesto a compartirla con la humanidad", ha añadido la experta.