MADRID, 11 Jun. (Notimérica) -
Después de 39 horas, 55 minutos y 7.895 kilómetros, los pilotos Mariano Barberán y Joaquín Collar aterrizaron en Camagüey (Cuba) el 11 de junio de 1933. Acababan de realizar el vuelo más largo hasta la fecha y el primero que cruzaba el océano Atlántico sin paradas. Considerada una de las mayores hazañas de la historia de la aviación, el acontecimiento se fue diluyendo envuelto en un halo de misterio.
La aeronaútica experimentó un gran avance en la década de 1930: Aumentó la velocidad y la regularidad de las líneas aéreas. Los récords mundiales empezaron a batirse y se sucedieron los trayectos cada vez más largos. En 1926 se realizó el primer vuelo con escalas entre España y Sudamérica. Pero el Ejército del Aire y la II República española pretendieron ir un pasó más allá.
Estudiaron durante años la meteorología atlántica, calculando el efecto de los vientos y seleccionado once itinerarios posibles. Tras mucho trabajar, se seleccionó la ruta de Sevilla - Madeira - San Juan de Puerto Rico - Santo Domingo - Cuba. Mariano Barberán, héroe de la Guerra de Marruecos, fue elegido como piloto principal, siendo uno de los promotores de la idea. Joaquín Collar, Teniente de Caballería, le acompañó como segundo al mando.
El avión, llamado 'Cuatro Vientos', fue diseñado especialmente para tal hazaña. Realizaron modificaciones importantes en la cabina, el motor y el depósito, ya que nunca se había hecho un viaje tan largo. Para aligerar peso, ya que debía alojar más de 5.000 litros de gasolina, se prescindió del equipo de radio.
Los motores se pusieron en funcionamiento y el avión despegó de Sevilla el 8 de junio de 1933. Trazando su posición cada pocas horas y superados los nervios de los pilotos, el trayecto transcurrió sin sobresaltos. Tres días después aterrizaban en Camagüey (Cuba) siendo recibidos con múltiples honores. Barberán, Collar y el 'Cuatro Vientos' se habían convertido en los primeros en atravesar el océano Atlántico sin escalas, realizando el vuelo más largo hasta la fecha. El anterior récord lo sustentaba Charles Lindbergh, que voló desde Nueva York a París en 1927.
La tarde del 11 de junio se dirigieron a La Habana para tomarse un par de días de descanso. Los pilotos hicieron frente a diversos homenajes mientras los mecánicos reparaban el avión. Ellos trabajaron rápidamente para solucionar una grieta en el depósito de gasolina, lo que podría haber cancelado el resto de la travesía.
El 20 de junio, con todo preparado, retomaron su viaje hacía México. Les esperaban 1.920 kilómetros y 12 horas de vuelo, pero nunca lo completaron. Varios aviones salieron a escoltarles a su llegada, pero regresaron cuatro horas después al no encontrar la aeronave. Los lugareños reportaron que divisaron el avión por la zona de Yucatán. Tras varios días de búsqueda, las autoridades y el ejército mexicano desistieron, comenzando la leyenda del 'Cuatro Vientos'.
Pese a que se encontraron diversos restos de fuselaje, los análisis concluyeron que ninguno pertenecía al avión de Barberán y Collar. Poco a poco, se fue extendiendo el rumor de que, tras una tormenta, los pilotos hicieron un aterrizaje forzoso en la sierra de Oaxaca. Varios nativos les capturaron para robarles y, finalmente, por temor a represalias, les asesinaron y tiraron sus cuerpos. Sin embargo, nada está confirmado.
Los restos del 'Cuatro Vientos' siguen sin aparecer 84 años después de su travesía. Sin embargo, Barberán y Collar fueron notablemente reconocidos tras su muerte, elevando su viaje a una de las mayores hazañas de la aviación mundial de todos los tiempos.