BOGOTÁ, 30 Jul. (Notimérica/EP) -
Los conocidos como alabaos, cantos funerarios que practican los habitantes de la región colombiana de Chocó, han sido declarados Patrimonio Inmaterial de la Nación, junto con el levantamiento de tumbas y la ceremonia conocida como gualí, que se realiza durante el velatorio de los niños.
Cantos que "dan fortaleza, acompañan y se solidarizan con los que están sufriendo", ha destacado al diario colombiano 'El Tiempo' Cruz Diney Mosquera, que pertenece al grupo Alabaos de la ciudad de Andagoya.
Una tradición que ha estado a punto de extinguirse y que se fundamenta en los rituales afrocolombianos que establecen que cuando una persona se muere es necesario cantarle y acompañarla mientras hace su transición al otro mundo.
En regiones como Chocó, cuando la muerte sobreviene a uno de sus habitantes, todos salen a la calle para cuidar y homenajear al fallecido, a través de una inmensidad de rituales que, en su mayor parte, se celebran en torno al río, principal fuente de inspiración para las ceremonias de estos pueblos.
"De forma simultánea a los preparativos empiezan a venir de los pueblos aledaños y todos comenzamos a buscar cómo atenderlos", ha señalado Cruz Diney.
Para evitar poner que se perdiera esta tradición, en 1997 se organizó el primer encuentro de alabaos, que permitió reunir a afrodescendientes e indígenas en torno a un canto que acaba de ser designado Patrimonio Inmaterial de la Nación, como ya se hizo anteriormente con el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto y las Fiestas de San Pacho.
"Acá todo el mundo es solidario cuando una persona se muere. Acá no hay discriminación", ha destacado uno de los organizadores del primer encuentro de alabaos, Héctor Rodríguez, tras reconocer que le consideraron "un loco" cuando propuso la celebración de este festival.