LIMA, 11 Dic. (Notimérica) -
La acción desarrollada este pasado lunes por activistas de Greenpeace en las históricas Líneas de Nazca, ha desatado la polémica y la ira de quienes durante muchos años luchan por la conservación de este conjunto de gigantescos diseños.
Al frente de los conservacionistas se encuentra la Asociación Maria Reiche, que lleva el nombre de la mujer que luchó durante toda su vida por preservar este tesoro arqueológico, y cuya presidenta, Ana María Cogorno, considera "imperdonable" e "irreparable" lo que ha hecho Greenpeace.
"Esto se ha malogrado para siempre. Por llegar al colibrí han dejado marcado un sendero. Cuando uno camina por esta zona, sale la tierra de abajo que es arcillosa. Es así como quedan las marcas. El deterioro se ve inmediatamente", explica.
Sin embargo, este mágico lugar de la Tierra, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, viene siendo objeto de 'atentados' que demuestran su vulnerabilidad y, sobre todo, su falta de protección.
Comenzando por la Panamericana, que pasa por las zonas que tienen la concentración mas alta de geoglifos con muchas líneas, trapecios, espirales y figuras. Según la asociación María Reiche, la Panamericana es una antigua línea de Nasca que se usaba ya desde la colonia como carretera.
"La primera atrocidad se dio en 1944. El gobierno planeaba hacer un proyecto experimental sobre agricultura en plenas líneas de Nasca (...) En 1955, recién suspendieron ese proyecto porque María se fue hasta el Congreso para exponer sobre la importancia de que declaren este espacio como Patrimonio Histórico", explicaba Ana María Cogorno en una entrevista publicada el pasado 20 de noviembre.
"Luego, años más tarde, se les ocurrió que la carretera Panamericana (antigua) cruce las Líneas, y destruyeron una figura completa y cientos de cabezas de las Líneas de Nasca. Hasta el día de hoy puedes apreciar más de 70 toneladas de concreto en la carretera al lado del Patrimonio. María ofreció en vano sus planos con el fin de evitar tremenda destrucción", añadía.
A eso suma la "informalidad, la dejadez de los alcaldes provinciales, distritales y regionales, (los) pilotos avezados que sobrevuelan a tan solo cuatro metros de las Líneas, los saqueos, las invasiones y la minería".
TRAFICANTES DE TERRENOS.
Según consta en reportes de los medios peruanos, el territorio de las pampas de Nasca, de 450 hectáreas, y que abarca la serie de geoglifos y líneas estudiadas durante muchos años por María Reiche, comenzó a ser vendido ilegalmente por traficantes de terrenos a partir del año 1999.
Así, cerca de 1.000 invasores han llegado a ocupar ilegalmente una de las principales zonas arqueológicas de Nasca, "lo que daña irremediablemente un conjunto de geoglifos preíncas y un trapecio del sector de Huaca La Caleral", según El Comercio.
Tan sólo hace unos meses, en concreto, a mediados de agosto, la prensa local informaba de que personal del Ministerio de Cultura y la Policía Nacional, habían destruido más de 1.000 viviendas de esteras y madera, que invadían la zona arqueológica 'Huaca La Calera 2', ubicada en el distrito de Vista Alegre, dentro de la zona protegida de las Líneas de Nasca y las Pampas de Jumana, en Ica.
Y en el valle Las Trancas, a 20 kilómetros al sureste de Nasca, hay 24 plantas de procesamiento de mineral, principalmente de oro y cobre, de las cuales, al menos seis son totalmente ilegales y trabajan sin autorización.
A mediados del pasado mes de julio, había diez juicios abiertos para lograr el retiro de invasores y mineros ilegales que atentan contra las líneas y geoglifos de Nasca y las pampas de Jumana.
Así, minas, asentamientos, rallys, un turismo no regulado, la actividad agrícola con tractores pasando por zona restringida, transeúntes que pasan cerca o por encima de las líneas para desplazarse de una localidad a otra, e incluso propaganda electoral sobre un geoglifo, hacen de Nazca un lugar vulnerable, cuyo futuro es incierto.
Incluso han llegado a dañar la pampa con una imagen de la propia María Reiche, la persona que la protegió durante toda su vida.
Además, y según la asociación, en sólo tres años, 17 personas fallecieron al sobrevolar las Lineas de Nasca "por el mal estado e imprudencia de los operadores del aerodromo".
"Las avionetas caían en la pampa cerca de líneas, las tareas de rescate y los escombros dejados no han sido positivos para la conservación de la pampa", escribe en su Facebook la asociación.
Tal vez parte de esta alta accidentabilidad se deba a que, según la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Córpac), los pobladores asentados ilegalmente en la pampa, han llegado a ocupar gran parte del espacio de seguridad que todo terminal aéreo posee para el despegue y el aterrizaje de sus aviones.
Según Córpac, la presencia de estos invasores hace peligrar las 120 operaciones que en promedio se realizan diariamente en este terminal.
Estos, y otros 'atentados', se hubieran podido evitar hace más de 15 años, cuando se asentaban los primeros pobladores en la zona, si el patrimonio arqueológico de Nazca estuviera inscrito en el Registro Nacional de Bienes Culturales, como sí lo está el complejo Cahuachi (Ica), uno de los centros ceremoniales más grandes del mundo, reseñan medios locales.
Según Eduardo Herrán, unos de los principales promotores para que el complejo fuera declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, las autoridades no han cumplido siquiera con la acción de delimitar y definir en coordenadas el conjunto de figuras de las pampas.
Por eso, la presidenta de la Asociación María Rechie, no descarta que las Líneas de Nazca puedan desaparecer en un futuro, y las han ingresado en alerta mundial "para generar conciencia", al tiempo que piden un programa para conservar, que se mantenga "sin importar cuántos gobiernos pasen".
Y en cualquier caso, ella seguirá luchando por la conservación de este espacio "hasta que ya no pueda más". Al respecto recuerda las últimas palabras que le dijo María: "Tú no bajes la guardia porque esto no va a cambiar".