MADRID, 21 Mar. (Notimérica) -
En la 30ª reunión de la UNESCO en 1999 se decidió que el día en el que se celebra el Equinoccio de primavera, cada 21 de marzo, fuera la ocasión perfecta para elogiar la poesía en todas sus formas y nombrarlo, oficialmente, como el Día Mundial de la Poesía.
La UNESCO pretende así impulsar y preservar la cultura lírica, buscar nuevos lectores, amantes del verso y volver a creer en un género que se encuentra en peligro de extinción. La diversidad de la poesía y su función cultural hacen de ella el vehículo perfecto para la comunidad artística. La poesía de hoy en día se debe buscar porque no florece en la calle ni tampoco es tan evidente pero sigue latiendo entre un público curioso e inquieto.
Es importante crear una imagen atractiva de la poesía para que los viejos mitos que consideran este género como aburrido y olvidado se queden atrás definitivamente ya que sin ella, los pensamientos no tendrían voz y la abstracción sería sustituida por la lógica. La UNESCO también cree que los medios de comunicación deben ayudar más en esta tarea de visibilización de la poesía, para que las nuevas generaciones la reciban como una vía de expresión y no como un "monstruo" incomprensible.
A través de la poesía las identidades se reafirman y los valores se refuerzan fomentando la tradición oral o apoyando a las pequeñas editoriales, además de restablecer un diálogo con el teatro, la danza, la música y la pintura.
En un día tan señalado repasamos 10 poemas cortos de emblemáticos poetas iberoamericanos.
Nicanor Parra, "La montaña rusa"
Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.
Pablo Neruda, "Tengo hambre de tu boca"
Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día
Octavio Paz, "Epitafio para un poeta"
Quiso cantar, cantar
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades.
Gabriela Mistral, "Dame la mano"
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina y nada más...
Mario Benedetti, "Pequeñas muertes"
Los sueños son pequeñas muertes
tramoyas anticipos simulacros de muerte
el despertar en cambio nos parece
una resurrección y por las dudas
olvidamos cuanto antes lo soñado
a pesar de sus fuegos sus cavernas
sus orgasmos sus glorias sus espantos
los sueños son pequeñas muertes
por eso cuando llega el despertar
y de inmediato el sueño se hace olvido
tal vez quiera decir que lo que ansiamos
es olvidar la muerte
apenas eso.
Álvaro Mutis, "Canción del Este"
A la vuelta de la esquina
un ángel invisible espera;
una vaga niebla, un espectro desvaído
te dirá algunas palabras del pasado.
Como agua de acequia, el tiempo
cava en ti su arduo trabajo
de días y semanas,
de años sin nombre ni recuerdo.
A la vuelta de la esquina
te seguirá esperando vanamente
ése que no fuiste, ése que murió
de tanto ser tú mismo lo que eres.
Ni la más leve sospecha,
ni la más leve sombra
te indica lo que pudiera haber sido
ese encuentro. Y, sin embargo,
allí estaba la clave
de tu breve dicha sobre la tierra.
Nicolás Guillén, "A veces"
A veces tengo ganas de ser un cursi
para decir: La amo a usted con locura.
A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡La quiero tanto!
A veces tengo ganas de ser un niño
para llorar acurrucado en su seno.
A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor rompiéndome el pecho,
una flor, y decir: Esta flor,
para usted.
Vicente Huidobro, "3"
Me alejo en silencio como una cinta de seda
Paseante de arroyos
Todos los días me ahogo
En medio de plantaciones de plegarias
Las catedrales de mis ternuras cantan a la noche bajo el agua
Y esos cantos forman las islas del mar
Soy el paseante
El paseante que se parece a las cuatro estaciones
El bello pájaro navegante
Era como un reloj envuelto en algodón
Antes de volar me ha dicho tu nombre
El horizonte colonial está cubierto todo de cortinajes
Vamos a dormir bajo el árbol parecido a la lluvia
Rubén Darío, "Cuando llegues a amar"
Cuando llegues a amar, si no has amado,
Sabrás que en este mundo
Es el dolor más grande y más profundo
Ser a un tiempo feliz y desgraciado.
Corolario: el amor es un abismo
De luz y sombra, poesía y prosa,
Y en donde se hace la más cara cosa
Que es reír y llorar a un tiempo mismo.
Lo peor, lo más terrible,
Es que vivir sin él es imposible.
Jorge Luis Borges, "El poeta"
Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
No importa mi ventura o mi desventura.
Soy el poeta.