CIUDAD DE MÉXICO, 10 Jun. (Notimérica) -
Hace 47 años, en México, tuvo lugar la Matanza del Jueves de Corpus, popularmente conocida 'el halconazo' en referencia a 'Los Halcones', el grupo militar responsable de la muerte de 120 personas el 10 de junio de 1971, una masacre de la que todavía no hay ningún responsable.
En Ciudad de México, una manifestación estudiantil en apoyo a los estudiantes de Monterrey (Nuevo León), fue violentamente reprimida por el grupo paramilitar 'Los Halcones', creado por el coronel Manuel Díaz Escobar para reprimir cualquier manifestación contra el Gobierno de Luis Echeverría Álvarez.
A finales de 1970 se promulgó la ley orgánica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la cual concedía mayor autonomía y poder de participación a los alumnos y profesores.
Sin embargo, con la llegada al rectorado de Héctor Ulises se redujeron los presupuestos de la institución y se suprimieron las modificaciones anteriores, quitando poder a los integrantes de la universidad. Todo ello provocó una huelga estudiantil en Monterrey.
Los manifestantes de Nuevo León clamaban por la supresión de las nuevas medidas, por la liberación de presos políticos y para exigir la desaparición de los grupos de choque en escuelas de educación media y superior, entre otras cosas.
A sus protestas se sumaron las voces de los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, quienes convocaron una manifestación masiva el 10 de junio de 1971.
Granaderos, miembros de la Policía e incluso tanques antimotines salieron a las calles para controlar la marcha estudiantil. Un control que se llevó de forma violenta y desmesurada.
En mitad de la protesta, la explosión de una granada era el anticipo de lo que se avecinaba: el grupo de choque 'Los Halcones' hizo su aparición valiéndose de camiones y transportes de granaderos. Sin embargo, desprovistos de armas de fuego, en un principio fueron fácilmente repelidos por los estudiantes.
Momentos después, las porras, palos y varas de bambú fueron sustituidos por armas de fuego de alto calibre. El tiroteo se prolongó por varios minutos, durante los cuales algunos transportes daban apoyo logístico al grupo paramilitar, dotándolo con más armas y transportes improvisados.
TRÁGICO DESENLACE
El resultado: cerca de 100 de jóvenes estudiantes fueron asesinados. A los supervivientes heridos que lograron llegar al hospital les remataron dentro de la institución médica, amenazando e intimidando al personal sanitario presente.
Finalmente, cerca de 120 personas perdieron la vida en un día negro de la historia de México. Como represalia, muchos estudiantes posteriormente formarían parte de las organizaciones guerrilleras urbanas reclamando una serie de modificaciones.
¿RESPONSABLES?
El que fuera regente de la capital en aquellos años, Alfonso Martínez Domínguez, negó tener conocimiento de la existencia de 'Los Halcones', llegando a defender la existencia de un grupo radical dentro del movimiento estudiantil, el cual sería el responsable de la tragedia.
Pero el 23 de junio de 1971, la Dirección Federal de Seguridad detuvo a un antiguo 'halcón' y logró obtener, además de 50 credenciales de estudiantes presuntamente atacados por integrantes de ese grupo, dos tarjetas en las que el coronel Díaz Escobar habría retransmitido las órdenes de Martínez Domínguez.
Por su parte, el entonces presidente, Luis Echeverría, resguardado por el Ejército en el Palacio Nacional, anunció una investigación sobre la matanza y afirmó que castigarían a los culpables.
Echeverría llegó a ser investigado por un delito de genocidio, acusación que fue desestimada. En julio de 2005, se cerró la investigación del 'jueves de corpus', exculpando al expresidente Luis y a quien fuera secretario de gobernación Mario Moya Palencia.
Un año después se declaró responsable a Echeverría y su formal prisión por el 'halconazo', revocando la decisión previa que había declarado prescritos los delitos de genocidio. En 2009, Luis Echeverría fue de nuevo exonerado al no encontrarse suficientes pruebas en su contra.
Por su parte, Díaz Escobar declaró ante la Procuraduría General de la República que "como cualquier ciudadano, por medio de la prensa supo de la existencia de personas a quienes la imaginación popular los ha denominado 'halcones', pero en caso de existir, no tenían nada que ver con la oficina a su cargo".
Tiempo después, en 1972, uno de los integrantes de 'Los Halcones' explicó que el coronel era el jefe máximo del grupo y que había seleccionado a los 40 mandos para ser capacitados en Francia, Estados Unidos, Inglaterra y Japón.
Varios de los paramilitares fueron detenidos por otros delitos y confesaron, entre 1972 y 1975, su participación en la matanza del 10 de junio y cómo las órdenes provenían desde los más altos mandos del Departamento del Distrito Federal.