Actualizado 31/03/2017 09:32

10 frases con las que recordar a Octavio Paz

10 Frases Con Las Que Recordar A Octavio Paz
NOTIMÉRICA

   CIUDAD DE MÉXICO, 31 Mar. (Notimérica) -

   El inolvidable Octavio Paz, nacido el 31 de marzo de 1914, fue galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1990 y es, hoy por hoy, una referencia obligada de las letras hispanas. Gracias a su talento y espiritualidad ha sido desde la publicación de "El laberinto de la soledad" uno de los referentes más aclamados a nivel internacional, y por supuesto también a nivel nacional. Espejo en el que los mexicanos se han visto reflejados gracias a sus ideas e ilusiones.

   Responde a la definición, en todos sus aspectos, de qué es una persona "intelectual". Leía los periódicos de varios países y sus amigos eran grandes maestros en el arte del ensayo o la poética. Éstos utilizaban su creatividad literaria para reafirmarse políticamente. Octavio Paz en cambio, no escribía textos tan comprometidos pero sí quería revolucionar la forma de escribir, la escritura en sí misma. Una revolución mucho más complicada que la anterior.

   Escribió sobre casi todo. Sobre el amor, la política, la lengua, el erotismo o la identidad. Aquí os resumimos en 10 frases las principales líneas de su pensamiento. Es evidente que no incluye todas las que pronunció pero sí son algunas que definen a este genio contemporáneo.

   1- Aprender a dudar es aprender a pensar.

   2-La libertad no necesita alas. Lo que necesita es echar raíces.

   3- Yo soy tu lejanía.

   4-El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio frecuente y prolongado.

   5- La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver.

   6- El escritor debe soportar la soledad, saberse un ser marginal. Que los escritores seamos marginales es más una condenación que una bendición.

   7- Un autor no leído es un autor víctima de la peor censura: la de la indiferencia.

   8- El mundo nace cuando dos se besan.

   9- Los campesinos son cultos aunque sean analfabetos.

   10- La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio.