(Información remitida por la empresa firmante)
Madrid, 22 de abril de 2025.- A medida que crecen las horas de sol, también lo hacen los riesgos asociados a la exposición solar y sus efectos en la piel. La dermatología clínica adquiere un papel crucial en esta etapa del año, orientada a la prevención de patologías cutáneas y al control riguroso de posibles lesiones previas. Revisiones periódicas de lunares, manchas o marcas pueden ser decisivas para detectar precozmente patologías como el melanoma, cuyo diagnóstico temprano mejora en más del 90% el pronóstico, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Patologías cutáneas, como la dermatitis atópica, requieren un abordaje específico en primavera-verano. El aumento de la sudoración y los alérgenos ambientales pueden desencadenar brotes, por lo que un control dermatológico anticipado ayuda a minimizar el impacto estacional.
En el caso de la psoriasis, afección que afecta al 2,3% la población española según el Ministerio de Sanidad, la exposición solar moderada puede ser beneficiosa, pero solo bajo supervisión médica; un manejo clínico adecuado permite evitar complicaciones.
La hidradenitis supurativa, una condición inflamatoria crónica de las glándulas sudoríparas, puede empeorar con el calor. Su detección temprana y el seguimiento personalizado permiten reducir la formación de lesiones dolorosas y abscesos en zonas de fricción, evitando el impacto negativo en la calidad de vida.
Respecto al acné, su prevalencia aumenta en condiciones de humedad y calor. Aunque el sol puede ofrecer una aparente mejora inicial, numerosos estudios evidencian que la radiación UV puede generar un efecto rebote con empeoramiento posterior. Un tratamiento clínico ajustado previene lesiones inflamatorias y reduce secuelas cicatriciales.
La rosácea, por su parte, se ve intensificada por el sol, el viento y los cambios bruscos de temperatura. La fotoexposición es uno de sus principales desencadenantes, por lo que se recomienda evitarla sin fotoprotección adecuada.
La eliminación de tatuajes también gana relevancia antes de la llegada del verano, ya que ciertos pigmentos pueden generar reacciones alérgicas o potenciar daños frente al sol. De acuerdo con estudios recientes, cerca del 17% los tatuajes presentan complicaciones dermatológicas con el tiempo, siendo aconsejable su revisión especializada, especialmente antes de una exposición solar prolongada.
El Dr. David Mateos, dermatólogo de IML CLINIC, señala que “la evaluación precoz de la piel antes del verano permite optimizar el tratamiento de patologías crónicas y anticipar intervenciones preventivas clave”. La consulta especializada se convierte así en una herramienta esencial para proteger la salud cutánea en el cambio de estación.
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