MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Nuevos fósiles de una antigua serpiente con extremidades, llamada Najash, arrojan luz sobre el origen de los reptiles deslizantes, ya que mantuvo las patas durante 70 millones de años de evolución.
Estos hallazgos, publicados en Science Advances, también proporcionan detalles sobre cómo evolucionó el cráneo flexible de las serpientes de sus antepasados lagartos.
La evolución del cuerpo de la serpiente ha cautivado a los investigadores durante mucho tiempo, lo que representa uno de los ejemplos más dramáticos de la capacidad del cuerpo de los vertebrados para adaptarse, pero un registro fósil limitado ha oscurecido nuestra comprensión de su evolución temprana hasta ahora.
Alessandro Palci, de la Universidad de Flinders, formó parte del equipo de investigación internacional que realizó un escaneo de alta resolución (CT) y microscopía de luz de los cráneos preservados de Najash para revelar datos anatómicos nuevos y sustanciales sobre la evolución temprana de las serpientes.
"Lo que realmente distingue a las serpientes es su cráneo altamente móvil, que les permite tragar grandes presas. Durante mucho tiempo nos ha faltado información detallada sobre la transición de la relativamente rígida cráneo de lagarto al cráneo super flexible de las serpientes".
"Najash tiene el cráneo más completo y tridimensionalmente preservado de cualquier serpiente antigua, y esto proporciona una cantidad sorprendente de información nueva sobre cómo evolucionó la cabeza de las serpientes. Tiene algunas, pero no todas las articulaciones flexibles que se encuentran en el cráneo de las serpientes modernas. Su oído medio es intermedio entre el de los lagartos y las serpientes vivas, y a diferencia de todas las serpientes vivas, conserva un pómulo bien desarrollado, que nuevamente recuerda al de los lagartos".
El investigador de la Universidad de Flinders y del Museo del Sur de Australia, el profesor Mike Lee, también formó parte del estudio y agrega: "Najash muestra cómo las serpientes evolucionaron de los lagartos en pasos evolutivos incrementales, tal como predijo Darwin".
El nuevo árbol genealógico de la serpiente también revela que las serpientes poseían patas traseras pequeñas pero perfectamente formadas durante los primeros 70 millones de años de su evolución.
"Estas serpientes primitivas con patas pequeñas no eran solo una etapa evolutiva transitoria en el camino hacia algo mejor. Más bien, tenían un plan corporal muy exitoso que persistió durante muchos millones de años y se diversificó en una gama de especies terrestres y acuáticas", dice el profesor Lee.