MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una eclosión de virus que afectaban a los peces del inmenso lago Tanganica hace entre 2 y 3 millones de años ha sido vinculada con la explosión de una estrella distante en un nuevo estudio.
Publicado en The Astrophysical Journal Letters, el trabajo de un equipo de investigadores de la Universidad de California Santa Cruz examinó los isótopos de hierro para identificar una supernova de 2,5 millones de años.
Los investigadores relacionaron esta explosión estelar con una oleada de radiación que azotó la Tierra en la misma época, y afirman que la explosión fue lo suficientemente potente como para romper el ADN de criaturas vivientes, lo que posiblemente provocó que los virus del lago Tanganica, en el coraón de África, mutaran en nuevas especies.
"Es realmente genial encontrar formas en las que estas cosas súper distantes podrían afectar nuestras vidas o la habitabilidad del planeta", afirma Caitlyn Nojiri, estudiante de graduado en Astrofísica, que lideró el estudio, en un comunicado.
Su investigación comenzó en el fondo marino, donde se encuentra una forma radiactiva de hierro producida por las estrellas en explosión. Calcularon la edad del elemento, conocido como hierro-60, viendo cuánto de él ya se había descompuesto en formas no radiactivas. El hierro-60 tenía en realidad dos edades diferentes. Algunos se formaron hace 2,5 millones de años, mientras que otros átomos tenían 6,5 millones de años.
Luego investigaron el origen del hierro rastreando los movimientos pasados de los cuerpos celestes. En este momento, nuestro sistema solar se encuentra en medio de una enorme zona de espacio relativamente abierto llamada Burbuja Local.
LA TIERRA SE ADENTRO EN LA BURBUJA LOCAL
La Tierra entró en la burbuja y atravesó su exterior rico en polvo estelar hace unos 6,5 millones de años, lo que sembró el planeta con el hierro-60, más antiguo. Luego, entre 2 y 3 millones de años atrás, una de nuestras estrellas vecinas explotó con una fuerza tremenda, proporcionando a nuestro planeta la otra cohorte de hierro radiactivo.
"El hierro-60 es una forma de rastrear el momento en que se produjeron las supernovas", dijo Nojiri. "Hace dos o tres millones de años, creemos que se produjo una supernova en las cercanías".
Cuando Nojiri y sus colegas simularon cómo era esa supernova, descubrieron que golpeó la Tierra con rayos cósmicos durante 100.000 años después de la explosión. El modelo explicaba perfectamente un pico de radiación registrado anteriormente que impactó la Tierra en esa época, que había desconcertado a los astrónomos durante años.
Su simulación de supernova planteó otras preguntas porque sus rayos cósmicos probablemente bombardearon la Tierra con suficiente intensidad como para romper hebras de ADN por la mitad. "Vimos en otros artículos que la radiación puede dañar el ADN", dijo Nojiri. "Eso podría ser un acelerador de cambios evolutivos o mutaciones en las células".
Mientras tanto, los autores se toparon con un estudio de la diversidad de virus en uno de los lagos del Valle del Rift de África. "No podemos decir que estén conectados, pero tienen un marco temporal similar", dijo Nojiri. "Pensamos que era interesante que hubiera una mayor diversificación en los virus".