MADRID, 1 Ene. (Portaltic/EP) -
La logística es uno de los sectores que han visto en la inteligencia artificial (IA) una herramienta aliada para facilitar las entregas, especialmente en épocas de mucho movimiento como ocurre en Navidad, por su capacidad de gestionar los almacenes y automatizar las rutas de reparto.
La IA destaca por su creciente capacidad para automatizar procesos, mejorar su eficiencia y agilizar el desarrollo de realidades imprescindibles para el funcionamiento de empresas y sistemas, pero su adopción todavía está lejos de consolidarse, ante las dudas que despierta por su grado de madurez, el retorno de la inversión y los casos de uso reales en los que implantarla para generar valor, según indicó la Organización Empresarial de Logística y Transporte de España.
Aun así, es posible encontrar empresas que han apostado por integrar esta tecnología en su trabajo diario, por ejemplo, para optimizar las rutas de reparto. La IA analiza el entorno en el que se desarrollan las entregas, teniendo en cuenta tanto las particularidades propias de cada compañía como la disponibilidad de recursos.
Así ocurre en el caso de InPost, especializada en envíos a no domicilio, que ya usa la IA para diseñar de forma automática las rutas de reparto de paquetería más óptimas para acortar trayectos, agilizar las entregas y reducir el impacto ambiental de las entregas en su red de Punto Pack y Lockers.
Este avance en el diseño de rutas de reparto para el sector logístico con inteligencia artificial permite no solo optimizar los recursos disponibles, sino dimensionar de forma más realista el servicio cuando se producen picos de demanda, como en Black Friday o Navidad.
Lo que se consigue al aplicar la IA es contar con información actualizada en tiempo real que indica cuál es el volumen de pedidos que se debe atender y cuáles son las condiciones de las rutas, ya que las incidencias climatológicas, huelgas, eventos especiales o atascos obligan a reorganizar el trabajo para evitar que los pedidos lleguen tarde.
InPost, además, coordina sus capacidades automatizadas para la optimización de rutas con sus sistemas de clasificación y trazabilidad de paquetes, de manera que la digitalización de sus operaciones permite tener controlados en todo momento todos los procesos de trabajo.
IA EN EL ALMACÉN
La IA también facilita el trabajo en el almacén, como demuestra la inversión que hace Amazon en sus centros logísticos, donde la combina con la robótica, para complementar y facilitar el trabajo de los empleados humanos.
Un ejemplo de ello es el sistema de planificación de inventario Sequoia, que orquesta unos robots móviles que transportan los productos en contenedores para que lleguen a los empleados en una estación de trabajo ergonómica con la que ya no tienen que realizar movimientos por encima de sus cabezas ni agacharse, reduciendo las lesiones.
Este sistema se complementa con los brazos robóticos Robin, Cardinal y Sparrow, que están impulsados por inteligencia artificial para clasificar, transportar y agrupar millones de pedidos de clientes con precisión.
Todas estas tecnologías se reúnen en el nuevo centro logístico que Amazon inauguró en octubre en Shreveport (Luisiana, Estados Unidos), que está dotado de una infraestructura con hasta diez veces más tecnología robótica y sistemas de inteligencia artificial para convertirlo en el más avanzado hasta la fecha.