Publicado 10/06/2024 18:19

Muchos cúmulos estelares cercanos proceden de sólo tres 'familias'

Cúmulo de estrellas Westerlund 1
Cúmulo de estrellas Westerlund 1 - X-RAY: NASA/CXC/INAF/M. GUARCELLO ET AL.

   MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La mayoría de los cúmulos estelares jóvenes cercanos a nuestro sistema solar pertenecen a solo tres familias, que se originan en regiones de formación estelar muy masivas.

   Un equipo internacional de astrónomos dirigido por la Universidad de Viena ha descifrado, con ese resultado, la historia de formación de los cúmulos estelares jóvenes, algunos de los cuales podemos ver a simple vista por la noche. Ha sido publicada en Nature.

   "Los cúmulos estelares jóvenes son excelentes para explorar la historia y la estructura de la Vía Láctea. Al estudiar sus movimientos en el pasado y, por lo tanto, su origen, también obtenemos información importante sobre la formación y evolución de nuestra galaxia", dice en un comunicado João Alves de la Universidad de Viena, coautor del estudio.

   Utilizando datos precisos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) y observaciones espectroscópicas, el equipo rastreó los orígenes de 155 cúmulos estelares jóvenes en un radio de unos 3.500 años luz alrededor del Sol. Su análisis muestra que estos cúmulos estelares se pueden dividir en tres familias con orígenes y condiciones de formación comunes. "Esto indica que los cúmulos estelares jóvenes se originan en solo tres regiones de formación estelar muy activas y masivas", dice Alves. Estas tres familias estelares reciben el nombre de sus cúmulos estelares más destacados: Collinder 135 (Cr135), Messier 6 (M6) y Alpha Persei (aPer).

   "Estos hallazgos ofrecen una comprensión más clara de cómo los cúmulos estelares jóvenes en nuestro vecindario galáctico están interconectados, de manera muy similar a los miembros de una familia o 'líneas de sangre'", dice el autor principal Cameren Swiggum, estudiante de doctorado en la Universidad de Viena. "Al examinar los movimientos en 3D y las posiciones pasadas de estos cúmulos estelares, podemos identificar sus orígenes comunes y localizar las regiones de nuestra galaxia donde se formaron las primeras estrellas de estos respectivos cúmulos estelares hasta hace 40 millones de años".

   El estudio descubrió que dentro de estas tres familias de cúmulos estelares debieron haber ocurrido más de 200 explosiones de supernovas, liberando enormes cantidades de energía a su alrededor. Los autores concluyeron que esta energía probablemente tuvo un impacto significativo en la distribución de gas en la Vía Láctea local.

   "Esto podría explicar la formación de una superburbuja, una burbuja gigante de gas y polvo con un diámetro de 3.000 años luz alrededor de la familia Cr135", explica Swiggum. Nuestro sistema solar también está inmerso en una de esas burbujas, la llamada Burbuja Local, que está llena de gas muy fino y caliente. "La Burbuja Local probablemente también esté vinculada a la historia de una de las tres familias de cúmulos estelares", añade Swiggum. "Y es probable que haya dejado rastros en la Tierra, como sugieren las mediciones de isótopos de hierro (60Fe) en la corteza terrestre".

   "Podemos convertir el cielo prácticamente en una máquina del tiempo que nos permita rastrear la historia de nuestra galaxia natal", afirma João Alves. "Al descifrar la genealogía de los cúmulos estelares, también aprendemos más sobre nuestra propia ascendencia galáctica". En el futuro, el equipo de João Alves planea investigar con más precisión si nuestro sistema solar ha interactuado con la materia interestelar en nuestra galaxia natal, la Vía Láctea, y de qué manera.

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