Publicado 23/04/2025 16:54

La levadura de panadería se propagó vinculada a la migración humana

Lavadura de panadería
Lavadura de panadería - FLICKR

   MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La migración de los seres humanos durante la última glaciación podría haber influido en la propagación de la levadura, según un estudio publicado en Molecular Ecology.

   Los humanos domesticaron la levadura de panadería ya en el año 7000 a. C. para elaborar pan, cerveza, vino y sake. Sin embargo, variedades silvestres de la misma especie de levadura también viven en los árboles. Estas levaduras domesticadas y silvestres presentan diferencias genéticas, pero investigadores de la Universidad de Georgia (UGA) querían explorar posibles vínculos entre ambas.

   "Otros estudios apenas empezaban a demostrar que la levadura de panadería en los bosques es diferente, y parte de mi propio trabajo en Europa había demostrado que las poblaciones forestales eran distintas a las domesticadas", afirmó en un comunicado Douda Bensasson, autora correspondiente del estudio y profesora asociada del Departamento de Biología Vegetal de la UGA. "Pero queríamos profundizar y caracterizar los diferentes grupos en América y Europa".

   Los investigadores extrajeron y analizaron el ADN de la levadura encontrada. Posteriormente, utilizaron estos datos para comparar su composición genética en diferentes regiones.

   "Estamos observando subpoblaciones distintas dentro de los continentes", afirmó Jacqueline Peña, autora principal del estudio y candidata a doctorado en el Departamento de Biología Vegetal de la UGA. "Y estamos observando que, aunque inicialmente pensábamos que estas poblaciones silvestres serían diferentes, parece que no están completamente aisladas de la actividad humana".

   Aún no se conoce con exactitud cómo viven microbios como la levadura en sus hábitats naturales. Por ello, los investigadores advirtieron que los humanos podrían estar causando cambios drásticos en el medio ambiente sin ser conscientes de ello.

   Para realizar el estudio, investigadores de la Universidad de Georgia (UGA) rompieron trozos de corteza de árbol y los colocaron en tubos sellados. Mediante un proceso similar al de la elaboración de vino para estimular el crecimiento de la levadura, analizaron su ADN para determinar cuándo se separaron los diferentes grupos.

   "Esperábamos que se tratara de divergencias antiguas y que la levadura del bosque no hubiera tenido nada que ver con los humanos durante todo este tiempo", dijo Douda Bensasson.

   "Pero, para nuestra sorpresa, descubrimos que coincidió aproximadamente con la última glaciación, que coincide aproximadamente con la época en que los humanos comenzaban a cultivar sus propios alimentos y a extender la agricultura por todo el mundo".

   La coautora Jacqueline Peña, estudiane de dotorado en el citado departamento, describió esta dinámica como una "dualidad única" en la que existe una variedad de levadura silvestre y otra doméstica, pero ambas fueron influenciadas de alguna manera por los humanos.

LEVADURA DEL SUR DE EE.UU. HALLADA EN EL SUR DE EUROPA

   Al examinar la levadura de diferentes regiones, Peña y Bensasson descubrieron algo extraño: la levadura de las regiones vitivinícolas del sur de Europa se parecía a la del sur de EE.UU. Sus datos sugirieron que la levadura fue traída desde EE.UU. en los últimos siglos.

   Los investigadores creen que esto podría deberse a la Gran Plaga del Vino Francesa. En la década de 1850, los humanos introdujeron accidentalmente una plaga de insectos en Europa, devastando los viñedos de la región.

   Para salvar la industria vitivinícola, los trabajadores trajeron vides resistentes a la plaga desde Norteamérica. Como no podían elaborar vino con las uvas debido a la baja calidad de la fruta, injertaron vides europeas en portainjertos norteamericanos. De este modo, la levadura que vivía en las vides norteamericanas se transmitió a sus homólogas europeas.

   Estudiar la levadura de esta manera ofrece una perspectiva única sobre cómo los humanos se han movido e interactuado con su entorno. Sin embargo, Bensasson expresó su preocupación por cómo podríamos estar cambiando el mundo que nos rodea.

   "Si los humanos, sin querer, transportaban microbios hace miles de años, piensen en todo lo que estamos haciendo ahora", dijo Bensasson. "Quizás estemos cambiando todo tipo de cosas sin darnos cuenta. Y no sé si eso es bueno o malo, pero es un poco preocupante que no tengamos ni idea de lo que estamos haciendo".

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