Publicado 02/12/2024 17:37

Golpe a la teoría de que Venus tuvo agua líquida en superficie

Venus
Venus - NASA/JPL-CALTECH

   MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Un equipo de astrónomos ha descubierto que Venus nunca ha sido habitable, tras décadas de especulaciones en torno a que este mundo alguna vez fue mucho más parecido a la Tierra de lo que es hoy.

   Tal y como se publica en 'Nature Astronomy', los investigadores, de la Universidad de Cambridge, estudiaron la composición química de la atmósfera de Venus y dedujeron que su interior es hoy demasiado seco como para que alguna vez haya habido suficiente agua para que existieran océanos en su superficie. En cambio, es probable que el planeta haya sido un mundo abrasador e inhóspito durante toda su historia.

   Los resultados tienen implicaciones para comprender la singularidad de la Tierra y para la búsqueda de vida en planetas fuera de nuestro Sistema Solar. Si bien muchos exoplanetas son similares a Venus, el estudio sugiere que los astrónomos deberían centrar su atención en los exoplanetas que se parecen más a la Tierra.

   Desde lejos, Venus y la Tierra parecen hermanos: tienen un tamaño casi idéntico y son un planeta rocoso como la Tierra. Pero de cerca, Venus parece más bien un gemelo malvado: está cubierto de densas nubes de ácido sulfúrico y su superficie tiene una temperatura media cercana a los 500 °C. A pesar de estas condiciones extremas, los astrónomos llevan décadas investigando si Venus tuvo alguna vez océanos líquidos capaces de albergar vida, o si actualmente existe alguna misteriosa forma de vida "aérea" en sus espesas nubes.

   "No sabremos con certeza si Venus puede albergar o ha albergado vida hasta que enviemos sondas a finales de esta década", aclara en un comunicado la primera autora Tereza Constantinou, estudiante de doctorado en el Instituto de Astronomía de Cambridge. "Pero dado que probablemente nunca tuvo océanos, es difícil imaginar que Venus haya albergado alguna vez vida como la de la Tierra, que requiere agua líquida".

   Cuando buscan vida en otras partes de nuestra galaxia, los astrónomos se centran en los planetas que orbitan alrededor de sus estrellas anfitrionas en la zona habitable, donde las temperaturas son tales que puede existir agua líquida en la superficie del planeta. Venus proporciona un límite poderoso sobre dónde se encuentra esta zona habitable alrededor de una estrella. "Aunque es el planeta más cercano a nosotros, Venus es importante para la ciencia de los exoplanetas, porque nos brinda una oportunidad única de explorar un planeta que evolucionó de manera muy diferente al nuestro, justo en el borde de la zona habitable", argumenta Constantinou.

   Existen dos teorías principales sobre cómo pueden haber evolucionado las condiciones en Venus desde su formación hace 4.600 millones de años. La primera es que las condiciones en la superficie de Venus alguna vez fueron lo suficientemente templadas como para soportar agua líquida, pero un efecto invernadero descontrolado causado por la actividad volcánica generalizada hizo que el planeta se calentase cada vez más. La segunda teoría es que Venus nació caliente y el agua líquida nunca ha podido condensarse en la superficie.

   "Ambas teorías se basan en modelos climáticos, pero nosotros queríamos adoptar un enfoque diferente basándonos en observaciones de la química atmosférica actual de Venus", agrega Constantinou. "Para mantener estable la atmósfera venusiana, entonces cualquier sustancia química que se elimine de la atmósfera también debería ser devuelta a ella, ya que el interior y el exterior del planeta están en constante comunicación química entre sí".

   Para analizar esta cuestión, los investigadores calcularon la tasa actual de destrucción de moléculas de agua, dióxido de carbono y sulfuro de carbonilo en la atmósfera de Venus, que debe ser restaurada por gases volcánicos para mantener la atmósfera estable. El vulcanismo, a través de su aporte de gases a la atmósfera, ofrece una ventana al interior de planetas rocosos como Venus. A medida que el magma asciende desde el manto hasta la superficie, libera gases de las partes más profundas del planeta.

   En la Tierra, las erupciones volcánicas son en su mayoría de vapor, debido a que el interior de nuestro planeta es rico en agua. Pero, basándose en la composición de los gases volcánicos necesarios para mantener la atmósfera venusiana, los investigadores descubrieron que los gases volcánicos en Venus están compuestos como máximo por un seis por ciento de agua. Estas erupciones secas sugieren que el interior de Venus, la fuente del magma que libera los gases volcánicos, también está deshidratado.

   A finales de esta década, la misión DAVINCI de la NASA podrá comprobar y confirmar si Venus siempre ha sido un planeta seco e inhóspito, con una serie de sobrevuelos y el envío de una sonda a la superficie. Los resultados podrían ayudar a los astrónomos a acotar su enfoque en la búsqueda de planetas que puedan albergar vida en órbita alrededor de otras estrellas de la galaxia.

   "Si Venus fue habitable en el pasado, significaría que otros planetas que ya hemos descubierto también podrían serlo", reflexiona Constantinou. "Los instrumentos como el telescopio espacial James Webb son los mejores para estudiar las atmósferas de los planetas cercanos a su estrella anfitriona, como Venus. Pero si Venus nunca fue habitable, entonces hace que los planetas similares a Venus en otros lugares sean candidatos menos probables para condiciones habitables o para la vida", concluye.

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