Publicado 05/08/2024 11:12

Fuerte incertidumbre para predecir cambios irreversibles por el clima

Esquema de la Circulación de Vuelco Merdional del Atlántico (AMOC)
Esquema de la Circulación de Vuelco Merdional del Atlántico (AMOC) - NOAA

   MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Actualmente las incertidumbres son demasiado grandes para predecir con precisión los momentos de inflexión exactos de componentes críticos del sistema terrestre en respuesta al calentamiento global.

   Se trata de alteraciones irreversibles en la Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC), las capas de hielo polares o las selvas tropicales, con consecuencias potencialmente catastróficas.

   Los científicos del clima de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) y el Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK) han identificado tres fuentes principales de incertidumbre.

   En primer lugar, las predicciones se basan en suposiciones sobre los mecanismos físicos subyacentes, así como sobre las acciones humanas futuras para extrapolar los datos pasados al futuro. Estas suposiciones pueden ser demasiado simplistas y dar lugar a errores importantes.

   En segundo lugar, las observaciones directas a largo plazo del sistema climático son raras y los componentes del sistema terrestre en cuestión pueden no estar adecuadamente representados por los datos. En tercer lugar, los datos climáticos históricos son incompletos.

   Las enormes lagunas de datos, especialmente en el pasado más lejano, y los métodos utilizados para llenarlas pueden introducir errores en las estadísticas utilizadas para predecir posibles momentos de inflexión.

   Para ilustrar sus hallazgos, los autores examinaron la AMOC, un sistema crucial de corrientes oceánicas. Las predicciones anteriores a partir de datos históricos sugerían que podría producirse un colapso entre 2025 y 2095. Sin embargo, el nuevo estudio --publicado en Science Advances-- reveló que las incertidumbres son tan grandes que estas predicciones no son fiables.

   Utilizando diferentes huellas dactilares y conjuntos de datos, los momentos de inflexión previstos para la AMOC oscilaron entre 2050 y 8065, incluso si las suposiciones mecanicistas subyacentes fueran ciertas. Saber que la AMOC podría inclinarse en algún momento dentro de una ventana de 6.000 años no es útil en la práctica, y este amplio rango resalta la complejidad e incertidumbre que implican tales predicciones.

   Los investigadores concluyen que, si bien la idea de predecir puntos de inflexión climáticos es atractiva, la realidad está plagada de incertidumbres. Los métodos y datos actuales no están a la altura de la tarea.

   "Nuestra investigación es a la vez una llamada de atención y una advertencia", afirma la autora principal Maya Ben-Yami. "Hay cosas que aún no podemos predecir, y necesitamos invertir en mejores datos y en una comprensión más profunda de los sistemas en cuestión. Hay demasiado en juego como para confiar en predicciones poco fiables".

   Si bien el estudio de Ben-Yami y sus colegas muestra que no podemos predecir de manera fiable los eventos de inflexión, tampoco se puede descartar la posibilidad de que ocurran. Los autores también subrayan que los métodos estadísticos siguen siendo muy buenos para decirnos qué partes del clima se han vuelto más inestables. Esto incluye no solo la AMOC, sino también la selva amazónica y las capas de hielo.

   "Las grandes incertidumbres implican que debemos ser aún más cautelosos que si pudiéramos estimar con precisión el momento de inflexión. Aún debemos hacer todo lo posible para reducir nuestro impacto en el clima, en primer lugar reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso si no podemos predecir los momentos de inflexión, la probabilidad de que los componentes clave del sistema terrestre se inclinen aumenta con cada décima de grado de calentamiento", concluye el coautor Niklas Boers.