NUEVA YORK, 10 Abr. (Notimérica/EP) -
El célebre actor Michael Rooney, fallecido este domingo en Los Ángeles a los 93 años, ha dejado una herencia de 18.000 dólares a su familia, que se enfrenta al decidir qué hacer con sus restos.
Rooney murió por causas naturales en la casa que compartía con su hijo Mark y su nuera, ahora enemistados con la mujer del actor, Jan Chamberlin, y su hijastro Christopher Aber, por los planes de entierro de la estrella infantil de Hollywood, según indica el diario 'Los Angeles Times'.
El gestor del patrimonio de Rooney, Michael Agustine, buscó este martes el amparo de los jueces para evitar que Chamberlin y Aber cambiaran la idea inicial de entierro del artista.
Agustine, que cuenta con el apoyo de Mark Rooney, comentó que el deseo del actor era yacer en un cementerio de veteranos, o en alguno de Hollywood, junto con otros grandes artistas de la industria.
Sin embargo, Chamberlin afirma que Rooney quería que su cuerpo descansara en un nicho junto a otro que ella tiene reservado en el camposanto de Westlake Village.
Rooney y Chamberlin, octava esposa del actor, no estaban divorciados pero vivían separados desde 2012, año en el que terminó el pleito impuesto por Rooney a su mujer e hijastro por malos tratos. El artista confesó entonces que se apoderaron de su dinero y le negaron comida y medicamentos.
Chamberlin, que recibía una manutención de 3.000 dólares mensuales de Rooney a cambio de vivir separados, explicó a 'The Holywood Reporter' que tenía intención de verse con el actor esta semana para arreglar su situación y que se enteró de su fallecimiento por los medios.
Aber asegura que no tiene dinero y se declaró en bancarrota tras el juicio por maltrato, en el que dictaminaron que debía 2,8 millones de dólares a Rooney.
Agustine trató a Aber y a su mujer de ladrones, por lo que no serán invitados al funeral. En cambio, aceptó que vaya Chamberlin, con quien el actor compartió 30 años de matrimonio.