RÍO DE JANEIRO, 18 Ago. (Notimérica/EP) -
La viuda de Eduardo Campos, Renata Campos, ha tenido un papel protagonista desde la muerte del ex líder del Partido Socialista Brasileño (PSB) en accidente aéreo la semana pasada, y no son pocos los que desde dentro del propio partido reclaman que tenga un lugar en la candidatura a las elecciones presidenciales, e incluso que vaya como vice de la ya nueva candidata a presidenta Marina Silva.
Economista de 46 años, Renata Campos llevaba 34 siendo la sombra de su marido. Los dos eran novios desde adolescentes y formaban un tándem en el que ella no era simplemente la mujer del gobernador de Pernambuco. Con fuertes convicciones políticas y afiliada al PSB desde joven, Renata conoce a la perfección las tácticas de la política y nadie niega la influencia que tenía sobre su marido.
Tras la trágica muerte de Campos reaccionó con serenidad y conteniendo las emociones. Desde el PSB algunas voces importantes, como la del propio presidente, Roberto Amaral, han pedido que sea ella la candidata, --"puede ser candidata a presidente, vice, gobernadora, es un cuadro excepcional, de la mayor importancia", dijo.
Sin embargo, internamente la mayoría ve poco probable una implicación tan directa. Renata es madre de un bebé de seis meses, 'Miguelzinho', con Síndrome de Down, y tras la muerte de su marido tiene que ejercer de padre y madre a la vez, subrayan algunos. Lo que está claro es el apoyo sin fisuras que Renata ofrece a Silva y que tendrá un papel protagonista en lo que queda hasta las elecciones de octubre.
Este lunes, en un acto con el PSB de Pernambuco la viuda de Campos ha confirmado que participará activamente en la carrera electoral: "Participé toda mi vida en las campañas y esta vez no será diferente, solo que ahora tengo que participar por dos. Tenemos que garantizar su victoria", ha asegurado. Mientras hablaba el público presente la aclamaba a gritos de "Renata, guerrera del pueblo brasileño".
"Renata tendrá un papel muy importante, va a ayudar a la movilización de la militancia", aseguró este domingo el coordinador del programa de Campos, Maurício Rands, nada más llegar al velatorio en Recife. Rands también dijo que cuando Campos era gobernador de Pernamuco Renata siempre tuvo un papel activo de militante y gestora, aunque su rol en la política siempre estuvo más cerca de la retaguardia.
Desde el principio se convirtió en amiga personal de la ex senadora Silva y defendió su candidatura ante los críticos del PSB. Horas después de la muerte de su marido, fue la primera en aprobar que ocupara su lugar y desde su entorno se dice que partió de ella la idea de que el hermano de Campos, Antônio Campos, defendiese públicamente que Marina ocupase el lugar del hermano al frente de la candidatura.
Hasta hace unos meses Renata trabajaba como auditora en el Tribunal de Cuentas de Pernambuco, aunque dejó su puesto al convertirse en primera dama y con la vista puesta en la carrera de su marido hacia el Planalto.
La muerte de Campos ha estado rodeada de trágicas coincidencias desde el principio: murió en accidente el mismo día que su abuelo, el también político Miguel Arraes. Marina Silva se salvó en el último momento porque decidió viajar en otro avión y Renata celebra su 47 cumpleaños este lunes, el día después de enterrar a su marido en Recife.
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