RÍO DE JANEIRO, 20 Jun. (Notimérica/EP) -
Los abucheos e insultos que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió en el partido inaugural del Mundial de Fútbol en São Paulo están provocando divisiones internas en el seno de su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), pues hay diferencias a la hora de interpretarlos.
Primero fue el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, el que dijo que los insultos a la presidenta no partieron sólo de una "élite blanca", contradiciendo el discurso adoptado desde el principio por el partido y por el ex presidente Luiz Inácio (Lula) da Silva.
Carvalho dijo que aunque no fue al estadio de Itaquerão vio el partido en los alrededores y llegó en transporte público: "El metro estaba lleno de chavales gritando insultos, y no tenían nada que ver con esa 'élite blanca'", dijo, lamentando que el discurso predominante en los medios de que el PT es el "creador" de la corrupción ha calado en todas las clases sociales, no sólo entre los más ricos.
La respuesta a Carvalho no se ha hecho esperar. El vicepresidente del PT, José Guimarães, dijo este jueves que la declaración del ministro "está fuera de lugar, porque los actos hablan por sí mismos". Guimarães, hermano de uno de los condenados por el caso 'Mensalão' -el ex presidente del PT José Genoino_ siguió vinculando los insultos a Rousseff a las personas de renta más alta.
"No sé que otro candidato llegaría a esta altura del campeonato con casi un 40% de popularidad, después de todo lo que organizaron en la apertura del Mundial", dijo Guimarães, en referencia a los índices de aprobación de la presidenta. El vicepresidente del PT añadió que al contrario de lo que decían sus detractores, "Dilma está marcando el ritmo de la disputa electoral".