LA PAZ, 6 Jul. (Notimérica/EP) -
El líder Evo Morales aspira ha reeditar un posible tercer mandato presidencial el próximo 12 de octubre. El primer presidente de origen indígena en la historia del país se presenta a unos comicios en los que concurren 10 fuerzas políticas, y en las que Morales tras ganar las dos últimas elecciones por mayoría absoluta, hito en la política boliviana, tendrá que lidiar con la posible pérdida de los apoyos que le encumbraron en 2005 y le consolidaron como uno de los líderes latinos mas relevantes en 2009.
La llegada de Morales al poder en 2005 fue considerada histórica tanto por los orígenes humildes de este exsindicalista de 54 años como la batería de medidas sociales que implementó a su llegada al Palacio Quemado. La nacionalización de los hidrocarburos y los bonos sociales inspirados en los gobiernos de Cuba y Venezuela y dedicados a la educación y la sanidad se convirtieron en su seña de identidad.
Ahora, 8 años después de su significativa victoria y tras diferentes conflictos dentro de la izquierda boliviana sumados al desgaste de gobierno durante estos años, su partido Movimiento al Socialismo (MAS) afronta las elecciones con menos apoyos, a priori, que en anteriores comicios.
COALICIÓN DE EX-ALIADOS
En los últimos meses han nacido distintas opciones políticas como la coalición entre el movimiento socialdemócrata (MSM) de Juan del Granado y Fuerza Demócrata, de Adriana Gil. Ambos son antiguos aliados en el Gobierno y presentan en este binomio con clara actitud de oposición a Morales. Quien fuera alcalde de La Paz opta a la presidencia con Gil como vicepresidenta en esta fórmula que busca "recuperar el país, pero no a base de mentiras", tal y como afirmó Gil en la presentación de la candidatura.
Un clásico oponente de Morales, el expresidente Jorge Quiroga, presentó su candidatura esta semana como líder del Partido Demócrata Cristiano y aseguró que su objetivo es el "fortalecimiento de la democracia" y promete luchar por el futuro de los jóvenes bolivianos. El exmandatario se mostró optimista llamando a la ciudadanía "a no quedarse callada, impávida, cómoda, cuando está en juego el futuro del país".
Doria Medina, de Unidad Nacional (UN), fue derrotado dos veces por Morales en 2005 y 2009 y se presenta por tercera vez, tras el acuerdo con el gobernador Costas. El empresario fue el primero en proclamar su candidatura a la presidencia a mediados del pasado mes.
CONFLICTO CON EL EJÉRCITO
La relación del Gobierno con las Fuerzas Armadas es el asunto que seguramente más han desgastado en el último mandato a Morales. Desde principios de año, 702 suboficiales y sargentos bolivianos han sido dados de baja de las Fuerzas Armadas acusados de "amotinamiento" y "sedición", tras faltar deliberadamente a sus puestos de trabajo como parte de las protestas en las que exigían aumentos salariales.
Un conflicto que el propio ministro de Defensa boliviano, Rubén Saavedra, calificó como "un amotinamiento de suboficiales y sargentos que han se han confundido de camino para hacer conocer sus requerimientos y peticiones" en las manifestaciones que fueron secundadas por unos 1.000 soldados de bajo rango, de los más de 9.000 que forman las filas del Ejército de Bolivia.
Estas movilizaciones en la sede de Gobierno que exigían la descolonización de las Fuerzas Armadas no usaban "el conducto regular" según las autoridades para ejercer el derecho de hacer peticiones.
APOYO MAYORITARIO
Pese a que el panorama político y social actual parece no ser tan favorable como en 2005, el Presidente continua siendo el político con mas apoyo en Bolivia. Aunque su popularidad ha caído, Evo Morales manejaba una intención de voto del 38 por ciento, según encuestas del mes de abril del diario 'El Deber'.
El actual presidente Morales sería reelegido en la primera vuelta con una importante ventaja de 24 puntos sobre el candidato que lo sigue, Doria Medina, que recogía el 14 por ciento de las preferencias.