LA PAZ, 18 Jul. (Notimérica/EP) -
Un estudio de la organización Centro de Documentación sobre Desarrollo Humano (CDDH) ha revelado que el mercado de trabajo en Bolivia está muy estratificado, lo que provee de oportunidades distintas en función del grupo social al que se pertenece y los grupos con mayores desventajas terminan en malos empleos.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, ha promulgado este jueves la Ley 548 (Código 'Niño, Niña y Adolescente'), que sitúa la edad mínima para el trabajo infantil en los 10 años y que cede a los propios menores de edad la opción de decidir libremente si quieren realizar una determinada actividad laboral.
Según el presidente de Bolivia, Evo Morales, prohibir a los niños que trabajen supone privarles de "una conciencia social", aunque el estudio de CDDH demuestra que la falta de educación es uno de los factores que multiplica la pobreza e impide el ascenso social de grupos desfavorecidos.
El problema es que en Bolivia no existe información a nivel nacional sobre las características del empleo rural y resulta difícil desarrollar un análisis de la estructuración del empleo rural, al que se dedican mayoritariamente las clases pobres y los menores de edad.
QUIÉNES ACCEDEN A QUÉ PUESTOS
Los mejores empleos en términos de calidad están en el sector urbano, y entre las mejores alternativas de empleo urbano está la de ser empleado en el sector público.
La calidad del empleo está íntimamente relacionada con el nivel de vida de los trabajadores, sus ingresos y su nivel de educación.
Las oportunidades laborales para trabajadores de comunidades rurales son limitadas y, especialmente, en el caso de menores que se ven obligados a trabajar para colaborar con la economía familiar, dejando de lado su educación y sus posibilidades de ascenso social.
LAS CONCLUSIONES
Los resultados del estudio de CDDH concluyen que la probabilidad de tener un buen empleo se incrementa si la persona tiene mayor educación, más edad o trabaja en el sector público.
La estructura del mercado de trabajo en el país latinoamericano refleja una sociedad desigual, con grupos sociales vulnerables que tienden a concentrarse en empleos de mala calidad y sin muchas oportunidades de subir en la escalera ocupacional.
El informe concluye que una política nacional de empleo en Bolivia tendría que tener por objeto crear las condiciones para la generación sostenible de empleos de calidad para toda la población, pero también mejorar las posibilidades de grupos sociales vulnerables que entran al mercado con significativas desventajas.
Por lo tanto, una ley que permita trabajar a niños a partir de los 10 años es un mecanismo catalizador de las diferencias sociales que ya existen en un sistema de trabajo que privilegia a las clases superiores.
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