MADRID, 24 Ago. (Notimérica)
A la tienda que tienen Susana e Isabel García Nevett en Miami acude a comprar gente hasta de Bahréin. Lo que comenzó como una pasión de niñas por el chocolate de estas dos hermanas venezolanas se ha convertido en una tienda de lujo situada en uno de los mejores barrios de la capital de Florida, donde ambas se asentaron tras verse obligadas a emigrar de su país por la situación económica que atraviesa este. Un lugar de culto al que peregrinan los turistas por recomendación expresa de las agencias de viajes y los propios hoteleros.
Susana e Isabel, arquitecto y periodista respectivamente, de 43 y 36 años, comenzaron muy jóvenes a experimentar con el cacao en la cocina. "A Susana le encantaba hacer caramelos crujientes rellenos de chocolate para hacer regalos", cuenta a Notimérica desde Miami la hermana pequeña. El interés de ambas fue creciendo y, tras estudiar ambas sus carreras universitarias, empezaron su formación en este nuevo ámbito. Descendientes de una familia de banqueros, ninguna tenía --ni tiene-- experiencia en el mundo de los negocios, por lo que cada avance, lento pero con paso firme, lo sienten como "una gran victoria".
Decididas a embarcarse en un proyecto completamente diferente al de sus respectivos estudios, su primera marca la formaron en Caracas tras el paso de Susana por la escuela Lenotre de París, aunque pronto emigraron a Estados Unidos, donde fundaron Cacao Art, una empresa que con apenas una cocina industrial preparaba bombones para eventos, regalos corporativos y ventas al por mayor. Rápidamente llegaron los reconocimientos en forma de premios como el 'Good Food Award' o el 'International Chocolate Award' de la Academy of Chocolate.
Sus bombones son una combinación del mejor chocolate con las sensaciones y experiencias adquiridas de sus viajes por todo el mundo, aunque la principal inspiración viene de Francia. Y aunque han experimentado con cacao de diversos países, se quedan con el venezolano. "Lo tenemos claro", explica Isabel, que reconoce que aunque tienen predilección por el cacao peruano, el ecuatoriano "y hasta el de Vietnam", siempre regresan al de su país natal.
Y es que el cacao está en auge y está de moda. "El cacao fino esta viviendo un momento muy importante a nivel global y se esta apreciando mas como una comida fina, al estilo de un buen vino o un queso de calidad. A nosotras nos parece muy importante que nuestros clientes entiendan de donde viene el chocolate, con que cacao se hace y los demás ingredientes que usamos en la elaboración de nuestros bombones".
UN VIAJE DE AROMAS
Tras los reconocimientos con Cacao Art comenzaron las ganas de expandir el negocio. Querían comenzar a ser visibles, a que la gente les pusiese nombre y cara, a que sus clientes pudieran compartir con ellas experiencias derivadas del chocolate y sus aromas. Decidieron entonces abrir su primera tienda y escogieron South Miami, uno de los vecindarios más populares de la ciudad. Y como toda tienda de lujo requiere de un nombre sofisticado, hace seis meses nació 'García Nevett Chocolatier'. Dice Isabel que este nombre las representa mejor, que es más íntimo y personal. "Ahora, cada vez que alguien compra uno de nuestros chocolates, puede sentir que viene de nosotras".
Tanto es así, que son ellas quienes trabajan las nuevas creaciones al cien por cien. Es fácil encontrarlas tras los cristales que separan la parte de exposición y venta en la tienda de la de la cocina. La menor de las hermanas reconoce que "siempre estamos soñando con nuevos chocolates" pese a que ahora es momento de atender a asuntos más puramente de gestión. Por ello, es Susana quien sigue más al frente de la producción y los fogones mientras Isabel supervisa que todo en la tienda esté en orden y que ningún recibo se quede sin pagar.
Llegaron a Miami hace cinco años tras tomar la decisión de emigrar de una Venezuela "que atraviesa una situación muy difícil". La suerte quiso que ambas terminaran en la misma ciudad y que se alentaran la una a la otra para convertir en negocio esta idea que en principio no era más que una afición por un producto. Ahora, desde la conocida como la ciudad menos americana de Estados Unidos, "nos gusta poder hablar del cacao y chocolate venezolano porque es un aspecto positivo y de orgullo para nosotras".
FONDOS PARA VENEZUELA
En la actualidad ya dan trabajo a dos mujeres y tienen una capacidad de producción de entre cinco y ocho mil bombones a la semana. Desde el inicio en aquella cocina industrial en mitad de un polígono tuvieron claro que querían colaborar de algún modo con los venezolanos que sufren en su país las consecuencias de una hiperinflación que se traduce en escasez de alimentos y productos básicos. Durante estos años han organizado varios eventos benéficos en favor de las asociaciones Comparte por una Vida y Fe y Alegría, pero su idea va más allá. Con la tienda ya a pleno rendimiento, planean ahora crear nuevos productos cuyas ganancias vayan íntegramente destinadas a organizaciones no gubernamentales que trabajan en Venezuela.
'García Nevett Chocolatier' nació para ofrecer "un oasis de chocolate" donde los clientes puedan acudir a "pasar un rato rodeados de aromas y sabores" inspirados en las chocolaterías europeas pero con toda la esencia de América Latina. Un oasis creado desde el drama de emigrar que quiere seguir rindiendo homenaje a sus raíces y que espera seguir creciendo en productos y locales. Las hermanas García Nevett quieren volar alto y llegar lejos. ¿Próxima apertura en mente? El aeropuerto Internacional de Miami.