CIUDAD DE MÉXICO, 31 Oct. (Notimérica) -
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha puesto como fecha límite este martes para que se libere a Rosa María Hernández, la niña indocumentada de México que fue retenida en la frontera con EEUU mientras se diría en una ambulancia hacia un hospital para ser operada de emergencia de la vesícula. Actualmente la niña se encuentra detenida en un centro de menores de San Antonio (EEUU) bajo custodia federal.
Tanto la madre como la menor, que tiene 10 años de edad y padece parálisis cerebral, llevaban 10 años viviendo de forma ilegal en Larendo, ciudad estadounidense fronteriza con México. Hace varios días los médicos determinaron que la menor tenía que ser intervenida de urgencia por lo que su progenitora consideró que la menor tenía que ser llevada al Hospital Pediátrico Driscoll de Corpus Christi.
No obstante, su madre decidió no viajar con la menor por temor a que fuese detenida en los "puntos de control" que tiene la Patrulla Fronteriza en las carreteras del sur de Texas (EEUU) a unos kilómetros de la frontera con México, por ello fue su tía, que tiene la ciudadanía estadounidense, quien acompañó a la menor.
El pasado martes, la niña viajaba acompañada de su tía Aurora Cantú en una ambulancia cuando los agentes de la Patrulla Fronteriza de EEUU detuvieron el vehículo en la carretera entre Laredo y Corpus Christi en el sur de Texas para comprobar la documentación de los pasajeros.
Cuando encontraron que Cantú era ciudadana de EEUU pero la niña no, escoltaron la ambulancia hasta el hospital y pidieron que su habitación estuviera abierta en todo momento para vigilar a la menor.
A día de hoy, después de que el pasado miércoles le diesen el alta a la niña tras ser operada en dicho hospital, esta se encuentra detenida en un centro de menores indocumentados en San Antonio, bajo la custodia de la Aduana y Protección Fronteriza, sin la compañía de ningún familiar porque la madre teme ser detenida y deportada si acude a buscar a su hija.
Este caso ha causado conmoción entre la población mexicana y varias organizaciones no gubernamentales que exigen que la niña sea puesta en libertad para que pueda volver con su familia.