CIUDAD DE MÉXICO, 14 Nov. (Notimérica) -
Han pasado ya casi mil años desde la construcción de la pirámide Chichén Itzá situada en la provincia mexicana de Yucatán y todavía sigue fascinando al mundo con sus secretos. Un grupo de científicos ha descubierto un pasadizo conductor hacia una cueva subterránea en el templo de Kukulkán o templo de la serpiente emplumada.
Esta cueva a la que llevan los pasadizos podría ser un cenote y podría revelar la "geografía sagrada" del lugar. La principal teoría es que pudiesen existir una serie de sumideros subterráneos interconectados alrededor de la pirámide.
Para el descubrimiento de este hallazgo se ha utilizado tecnología punta tal como un radar que envía señales electromagnéticas y que hace también un modelo en 3D de las estructuras que conforman el subsuelo de alrededor de la pirámide.
A pesar de que se tiene certeza de que este pasadizo maya existe, no se han hecho todavía exploraciones, y si realmente existiera este cenote debajo del templo la visión que se tiene sobre los patrones del asentamiento maya cambiaría totalmente.
A diferencia de la cosmología europea que ubica a los dioses en el cielo, las creencias espirituales mayas situaban lo divino en el inframundo por eso las cuevas y cenotes eran algo tan sagrado. Los mayas pensaban que estos conectaban la tierra con su interior y por lo tanto eran una vía de acceso a los dioses.