BUENOS AIRES, 26 Sep. (Notimérica) -
El Papa Francisco en sus numerosas intervenciones ha alentado a los gobiernos de diversas partes del mundo a acoger a los inmigrantes, el porqué de esta iniciativa se remonta a la propia historia de su vida y la década de 1929: "Yo sé lo que es la migración porque soy hijo de inmigrantes".
La familia del Jorge Mario Bergoglio llegó a Argentina desde Italia huyendo del fascismo en la década de 1929. Los desplazados que contaban con dinero se alojaron en hoteles, mientras que muchos otros tuvieron que refugiarse en los centros de acogida habilitados por los gobiernos, pero "todos ellos emigraron parar trabajar y buscar empleo".
"La crisis económica de los 30 hizo mella en mi familia y en 1932 perdieron su empleo, es decir, se quedaron en la calle, sin nada. Mi abuelo decidió sacarnos a flote y comprar un almacén con 2.000 pesos que le prestaron; mi papá, que era contador, se dedicó a vender los alimentos. Tuvieron ganas de luchar y de vencer, ¿no?", confiesa el Pontífice para 'Radio Renascenca'.
Francisco retoma los episodios de la Segunda Guerra Mundial para tratar el tema de la migración y recordar cómo en el centro Europa los polacos, eslovacos, croatas, sirios y libaneses fueron siempre bien recibidos. En la actual coyuntura, el movimientos migratorio de los latinos también es fuerte en el interior del continente Americano. Y acentúa que en Argentina "nunca ha habido xenofobia, aunque sí es cierto que ha descendido el número de inmigrantes por la menor oferta laboral y la situación política del país".
Para explicar el fenómeno migratorio dice: "cuando en un país hay un espacio vacío, las personas buscan llenarlo. Si una nación no tiene hijos, vienen inmigrantes a ocupar el lugar, ya sean nacidos en Italia, Portugal, España.... Este movimiento es una realidad".
"Mis primos italianos dicen que prefieren viajar en las vacaciones, comprar una villa o esto o aquello. Pero entonces los ancianos se quedan solos y aquí reside el gran desafío para todos. Europa y el mundo deben volver a ser madres", utiliza su experiencia personal para interpretar la coyuntura internacional.
Lidiar con el desafío de los inmigrantes y refugiados requiere ir más allá e indagar en a las causas de origen: la lucha "contra el hambre, la creación de verdaderas fuentes de trabajo y sobre todo invertir en las personas". Bergoglio aclara que "donde la causa sea la guerra, se debe buscar la paz y el trabajo por la paz. Porque hoy en día el mundo está en una guerra contra sí y por entregas y pedazos, destruyendo tierras y glaciares". "El oso blanco se va cada vez más al norte para poder sobrevivir", afirma el Papa Francisco.